La vigésimo primer mesa de negociación por el conflicto laboral en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) se entrampó en la discusión por el pago de salarios caídos.
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Tras siete horas de negociación, y con tres meses de huelga a cuestas, las autoridades de la UAM y el Sindicato Independiente de Trabajadores (SITUAM) no encontraron una salida a sus demandas.
Mientras el sindicato exige el pago del 100 por ciento de los salarios caídos más un bono de compensación, aún indeterminado; la Universidad ofrece 75 por ciento de salarios caídos y 100 por ciento de las prestaciones.
El sindicato reclama un bono extra a los huelguistas como ejemplo de la salida que han tomado otras instituciones a sus conflictos, como el caso de la Universidad Autónoma de Chapingo.
El secretario general de la UAM, José Antonio de los Reyes, rechazó esta demanda, ya que la universidad no cuenta con el presupuesto suficiente para afrontarlo, pues debe atender los gastos emergentes como consecuencia de la huelga.
Explicó que los estudiantes les han pedido flexibilidad en la administración escolar y la atención de necesidades extaordinarias, por ejemplo, deberán reforzar con recursos el programa de becas interno, en particular con las alumnos que cuentan con becas de posgrado de Conacyt, que tienen un plazo inamovible.
Ambas partes se levantaron de la mesa, con la promesa del sindicato de analizar el resto de los ofrecimientos.
EB