La derecha mexicana existe, milita y está buscando saltar al ruedo electoral. Pero apenas empieza a atreverse a posicionar su agenda política de manera abierta contra lo que llama la agenda woke.
Algunas voces tímidas ya se pronuncian sin restricciones contra el feminismo más duro, la ideología de género, el comunismo y a los que califican como los zurdos.
Hasta ahora no ha sido suficiente.
Mientras en el continente las figuras que representan a las nuevas derechas en el mundo ganan terreno, los mexicanos de esta ola siguen buscando a su Milei que saque la motosierra, o a un Bolsonaro que arremeta contra los comunistas, incluso, al Kast chileno que promete orden, seguridad y ponga como eje principal a la familia tradicional.
Pero lo que hay en México solo son chispazos sin combustible. No existe una figura en el país que aglutine a todos los que piensan o se acercan a esta ideología de extrema derecha y, en consecuencia, no hay discurso que los unifique. Sin embargo, para derechistas y académicos la guerra de este sector no está perdida y apenas comienza.
Para Mario Santiago, investigador del Instituto Mora, la derecha mexicana está en un periodo de prueba y error, es decir, dando a conocer personajes y replegándolos, apostando por un tema en medios, otro tema en redes sociales y midiendo el impacto para ver cuál convence más a ese sector que no nada más está contra la 4T, sino que genuinamente se asume como simpatizante de la derecha conservadora.
Es un periodo de incubación, resumió el académico en entrevista con MILENIO.
“Sí se están incubando, en términos sociales y culturales, expresiones que claramente podemos pensar de extrema derecha como respuesta, por ejemplo, a movilizaciones de mujeres de la última ola feminista. Hay expresiones partidistas y no partidistas que no necesariamente son políticas, que están ahí empezando a hablar de esta frase de ideología de género, muy del discurso de las nuevas derechas, las cuales dicen que es la nueva cara del comunismo.
"Lo estamos viendo en México, o teorías de la conspiración que crecieron a partir del escenario de la pandemia. Tenemos gente o, digamos, núcleos que están expresándose así, cosas que políticamente no son relevantes, no lo van a ser pronto, pero que social y culturalmente son ese caldo en el que se materializan ese tipo de expresiones”, explicó.
Es justo en ese caldo de cultivo desde donde pueden emerger las figuras que abanderen a las ideas de la extrema derecha que en momentos son representadas por la senadora Lilly Téllez, el actor Eduardo Verástegui, los conservadores del bajío como Juan Manuel Oliva, el trumpista Peña Neder y el empresario Ricardo Salinas Pliego.
Y ahora hasta el PAN, que en un intento por meterse a este espectro político estrenó imagen y eslogan “patria, familia y libertad” que después descafeinó por estar muy cerca de la extrema derecha.
“Creo que estamos en ese largo periodo de ensayo y error para ver cuál es capaz de capitalizar... Aquí habría que ver el espejo de América Latina, Bolsonaro y Milei eran personajes que se convirtieron en candidatos presidenciales en semanas”, agregó Santiago.
"Los proyectos son pocos, pero avanzan públicamente y a veces, de manera tímida, aunque no desaparecen, y están esperando el momento de prender la mecha que los suba a la competencia y por ahora se mantiene en calma y midiendo el terreno, aunque sea desde las redes sociales".
Misión imposible
Uno de los proyectos más visibles de la derecha mexicana surgió con el intento de la organización México Republicano de convertirse en partido político. Este grupo fue de los primeros en asumirse abiertamente conservadores y se presentaron como lo más cercano al proyecto de Donald Trump en Estados Unidos.
Sin embargo, en el camino para entrar a la competencia electoral se han enfrentado con diferentes adversidades que hoy los tiene a dos meses de que se cumpla el plazo para que realicen al menos 200 asambleas distritales a las que asistan 300 personas y afiliar a más de 250 mil simpatizantes. Algo que se antoja casi imposible.
“El viejo movimiento cristero, la Unión Nacional Sinarquista y estas fuerzas propiamente conservadoras y de extrema derecha estuvimos ocultas en los partidos políticos mucho tiempo y ahora con Trump estamos unificándonos para salir y convertirnos en una fuerza electoral”, dijo el líder de este grupo, Juan Iván Peña Neder.
Pero la falta de recursos, organización y las leyes mexicanas mantienen, dijo, a este tipo de proyectos de derecha, como han estado en los últimos 45 años: esperando a ser convocado y trabajando desde organizaciones que no los representan por completo.
A largo plazo
Desde el bajío, los yunquistas y ex panistas rompieron con México Republicano al no verle futuro como partido y ya se están organizando para hacer uno propio. Su apuesta es crear una confederación de partidos estatales que abanderen los ideales de la derecha y sean la punta de lanza para crear una organización nacional.
El ex gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva, encabeza este nuevo proyecto que tiene la intención de trabajar desde el 2027 apoyando candidatos independientes o incluso a algunos que representen a otro partido, pero que comulguen con las ideas de la derecha. Y si todo sale bien, después del 2030 consolidar el proyecto a nivel nacional.
Y es que, para el ex panista, primero se necesita unidad y luego encontrar un líder que los represente.
“Yo soy de la idea que vayamos a darle a México un partido de derecha, un partido de convicciones claras y contundentes en la propiedad, el libre comercio, obviamente en la libertad, la democracia, separación de poderes y el tema de la familia y la vida”, dijo.
Concluyó diciendo que el punto clave de esta lucha es ser congruentes con lo que creen y enfrentar a Morena y aliados en su discurso relacionado con la ideología de género, el aborto, el feminismo duro y al movimiento LGBT.
El PAN
El Partido Acción Nacional, que históricamente ha representado al sector conservador de la sociedad mexicana, se quiso subir a esta moda de las nuevas derechas con una nueva imagen del partido y el eslogan de "Patria, Familia y Libertad", el cual tuvo que salir a explicar para evitar que se les relacionara con la ultraderecha.
Apenas a finales de octubre, el PAN anunció, además, que se convertiría en el partido más abierto del país con elecciones primarias y voto de la militancia.
Y aseguró que sería una organización moderna, juvenil y más cercana a sus simpatizantes “en defensa de la patria, la libertad y las familias mexicanas”, acotando algunos de sus integrantes que se aceptaría a diferentes tipos de familias y no solo la tradicional.
“Hoy el PAN renace. Esta es la nueva era azul: un PAN ciudadano, moderno y abierto a México”, destaca Acción Nacional en su página oficial.
'Outsider'
Con un discurso más cercano a lo que han ofrecido en América Latina, el empresario Ricardo Salinas Pliego ha deslizado sus intenciones políticas para tomar las riendas del país y dejar fuera a los que llama los “gobiernícolas”.
Hace unas semanas, afirmó que le encantaría ser Presidente, aunque reconoció que no es momento de pensar en ello, pues aún falta mucho para la renovación del Ejecutivo federal.
Fue en el marco de los festejos de su cumpleaños 70 en la Arena Ciudad de México, donde indicó que, mientras se acerca 2030, no se quedará sentado y llamó a la ciudadanía, en especial a los jóvenes, a ser rebeldes para generar un mejor entorno para México.
"Me gustaría muchísimo decirles a todos que si me eligen presidente resolvería todos los problemas. ¡Pero no es así! ¡Es todos juntos! Pensando que solamente un nuevo presidente va a cambiar las cosas, está medio mal.
"Entonces, los jóvenes tienen dos opciones, ambas tienen que ver por la actitud y el esfuerzo. Una: o te das por vencido, no haces nada. y cobras tu cheque del bienestar y vives resentido y amargado, o te vuelves rebelde”, dijo el autonombrado Tío Richie quien abrió la posibilidad de tener una carrera política al mantener a la fecha un pleito fiscal con el gobierno.
EHR