UNAM niega tener protocolo para facilitar tareas a perros guías en campus; INAI ordena búsqueda

La comisionada Josefina Román consideró que se omitió turnar la solicitud al área correspondiente, por lo que ordenó una mejor búsqueda.

El INAI ordenó que se haga una mejor búsqueda del documento.
Rafael Montes
Ciudad de México /

Luego de que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) afirmó que no cuenta con ningún protocolo para facilitar la tarea de perros guías o de apoyo emocional en sus instalaciones, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) ordenó una mejor búsqueda del documento.

Al resolver un recurso de revisión, el INAI ordenó a la Oficina de la Abogacía General entregar el protocolo solicitado por un ciudadano, pues de acuerdo con los “Lineamientos para fomentar la inclusión de las personas con discapacidad en la UNAM” publicados en la Gaceta UNAM en el año 2022, esa área es la encargada de emitirlo.

El protocolo debe establecer las reglas para facilitar la inclusión de las personas de la comunidad universitaria con discapacidad.

Al exponer el caso ante el pleno del INAI, la comisionada Josefina Román aseguró que “este caso demuestra que el acceso a la información no solo beneficia a la persona que plantea de forma directa una solicitud, sino que también otorga la posibilidad a otras personas, como las personas con discapacidad, de que conozcan e impulsen, a través de un conocimiento empoderado, el ejercicio de sus derechos".

Además, solicitudes como ésta, dijo, exige a los sujetos obligados a que rindan cuentas sobre qué han hecho para garantizar estos derechos, a efecto de disuadir todo tipo barreras sociales, exclusión o limitaciones, poniendo en el centro a la persona y a la dignidad humana.

Román destacó que las mascotas de servicio y apoyo emocional pueden brindar ayuda a las personas con algún tipo de discapacidad, para realizar o facilitar tareas que, de otro modo, no podrían hacer o se dificultarían, como abrir puertas, presionar los botones del ascensor o recuperar artículos caídos.

En el caso de las personas con discapacidad visual, dijo que prácticamente se convierten en sus ojos, ayudándoles a evadir una infinidad de obstáculos que les podrían representar peligro.

La comisionada expuso que el caso se originó cuando una persona solicitó a la UNAM conocer el protocolo con que cuenta para que, a través del uso de mascotas, se atienda la salud mental de la comunidad, así como el protocolo de las mascotas de asistencia en pro de fomentar la inclusión de personas con discapacidad dentro del campus.

También requirió la estadística que contenga el número de personas integrantes de la comunidad universitaria que cuentan con una mascota de apoyo emocional o de asistencia.

En respuesta, la UNAM declaró la inexistencia de los protocolos requeridos y manifestó que se tiene conocimiento de que solo una persona ha requerido contar con un perro de asistencia en sus instalaciones.

La persona solicitante se inconformó con la respuesta negativa respecto de los protocolos y presentó un recurso de revisión ante el INAI.

No obstante, no reclamó sobre el dato estadístico que se le proporcionó, por lo que, se tuvo como acto consentido.

En alegatos, la UNAM reiteró su respuesta primigenia y defendió su legalidad.

La ponencia de la comisionada Román Vergara analizó la respuesta de la UNAM y concluyó que incumplió el procedimiento de búsqueda, ya que omitió turnar la solicitud ante la Oficina de la Abogacía General, responsable de la emisión de los protocolos.

El caso fue presentado por la comisionada a propósito de que el pasado 3 de diciembre se conmemoró el Día Internacional de las Personas con Discapacidad.

Detalló que las personas con discapacidad históricamente han sido marginadas, por lo que el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas ha reconocido que: “Un desarrollo verdaderamente sostenible para las personas con discapacidad exige centrarse de forma muy específica en sus necesidades y derechos, no solo como beneficiarios, sino como contribuyentes activos en la vida social, económica y política”.

Al ordenar a la UNAM una búsqueda exhaustiva del documento, la comisionada concluyó que, con esta resolución, “el derecho humano de acceso a la información de las personas con discapacidad que son integrantes de la comunidad universitaria, se verá garantizado al conocer de manera puntual cuáles son los avances en la normativa relacionada con la regularización de mascotas de asistencia en pro de fomentar su inclusión dentro del campus”.

RLO

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