El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, aseguró que la vacuna contra covid-19 no tiene la capacidad de provocar un contagio, pues las dosis no están hechas con virus completos de SARS-CoV-2.
"Las vacunas no tienen ninguna capacidad de provocar covid-19, no pueden, es imposible que puedan causar covid-19, no están hechas de virus completos".
Detalló que el proceso biotecnológico de fabricación de vacunas "es muy interesante" porque la idea fundamental es que el principio activo de las vacunas es una sustancia propia del agente infectante que se introduce en el cuerpo humano y provoca que el sistema inmune reaccione al elemento externo y con eso se empiezan a multiplicar los glóbulos blancos. Por lo que "si algún día uno es expuesto al virus se movilizan esas células se multiplican y fabrican anticuerpos que neutralizan al virus".
¿Vacuna contra covid-19 puede provocar efectos secundarios?
Ante las reacciones sobre consecuencias de la vacuna contra covid-19 que se aplica en México, el subsecretario afirmó que es posible que alguien pueda tener efectos secundarios; sin embargo, aclaró que éstos ocurren durante las fases de prueba y, de lo contrario, existe un proceso de farmacovigilancia.
"Ciertamente, como cualquier condición a la que somos expuestos los seres humanos: alimentos, el ambiente o los productos farmacéuticos, puede haber reacciones en algunas personas, generalmente antes de autorizar un producto. Hay evidencia de que estas reacciones no sean graves y sean infrecuentes, raras por su ocurrencia".
Agregó que en caso de que una persona tenga efectos adversos a la vacuna a pesar de las pruebas, existe un proceso de farmacovigilancia en el que se vigila el uso en condiciones generales del producto, es decir, la Fase 4 de la investigación. Pero, ¿cómo responde el sistema de salud ante esto?
De acuerdo con el funcionario, una de las respuestas es inmediata para la protección de la persona afectada y otra es la información en tiempo real a las autoridades sanitarias de otros países, "porque si una reacción se detectara en un país puede alertar sobre lo que puede alertar sobre lo que ocurriría en otro país".
Por lo que la cancelación temporal o permanente de la vacuna dependerá del grado de evidencia y la importancia de la reacción, lo que "ha ocurrido muy pocas veces en la historia de las vacunas".
Reiteró que todos los productos farmacéuticos y de uso humano "pasan por rigurosos procesos de verificación sanitaria y el más estricto es el de las vacunas, ningún otro producto tiene estándares más altos", lo que incluye buenas prácticas de manufactura, es decir, que todo lo que ocurre en una planta de producción y terminado sea en condiciones de la más alta calidad, con lo que se da una primera garantía de seguridad.
Luego se lleva a cabo la verificación de inocuidad, lo que significa la incapacidad de que el producto cause daño ya sea por condiciones químicas o biológicas. Además, recalcó que existen ensayos clínicos que arrancan con estudios preclínicos, "se investigan con animales y cuando tienen suficiente garantía de seguridad se empieza a investigar en humanos".
"De entrada ya se tiene un trazo de evidencia muy largo o muy completo sobre inocuidad, es decir, la incapacidad de causar daño".
Aseguró que si una persona durante el uso de la vacuna en México presentara alguna reacción adversa, entonces sería atendida por el Estado, como ocurrió con Karla Cecilia Pérez Osorio, médica internista de 32 años, de Coahuila.
"Fue atendida inmediatamente por el gobierno mexicano; en este caso particular ella es trabajadora del IMSS y derechohabiente, pero independientemente de eso cualquier persona que presentara alguna reacción adversa sería atendida por el gobierno mexicano".
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