En septiembre de 2005, Altos Hornos de México (Ahmsa), por medio de su entonces subsidiaria, Inmobiliaria Dos Carlos SA de CV, concretó la venta de los terrenos del proyecto Valle de Reyes por un monto de 75 millones de dólares, pagados por Maple Urbanizadora.
Así lo establece el reporte financiero de 2005 de la compañía, propiedad de Alonso Ancira Elizondo, detenido el 28 de mayo de 2019 en España, luego de que el gobierno mexicano solicitara su detención.
Se trata de los predios aledaños a los que actualmente han desatado denuncias y clausuras en la comunidad conocida como Cañón de Ballesteros o Valle de Reyes, esos que conformaron el proyecto detenido en 2008 por el Cabildo de Santa Catarina por estar incluido en la zona de preservación ecológica.
“Como parte de esta operación se recibió un anticipo de US 22 millones de dólares y por el remanente de US 53 millones de dólares se firmaron 16 pagarés por un valor de US 3.3 millones de dólares cada uno, con vencimientos trimestrales e inició su amortización en diciembre de 2005”, señala el documento publicado por MILENIO Monterrey un año después.
Inmobiliaria Dos Carlos buscaba desarrollar el proyecto Valle de Reyes, pues al día siguiente de su constitución como sociedad anónima, el 18 de marzo de 1996, inició la compra de los predios en el Cañón de Ballesteros.
Sin embargo, nueve años después al concretarse la compra de todos los predios, en 2005, el valor que se obtuvo fue de 750 millones de pesos o 75 millones de dólares (al tipo de cambio de entonces), que pagó la empresa regia Maple Urbanizadora.
Maple, junto con Marfil Constructora, buscaba desarrollar un fraccionamiento y un campo de golf que representaba un proyecto que ascendía a 500 millones de dólares a largo plazo.
Esta operación de compraventa derivó en un gran negocio, pues el terreno de Valle de Reyes fue comprado a precio de ganga a los ejidatarios: a cuatro pesos el metro cuadrado y después fueron vendidos a Maple a mil 500 por ciento del valor originalmente pagado por la tierra.
"La operación generó una utilidad por 433 millones de pesos, la cual se encuentra registrada en el estado consolidado de resultados en el rubro de utilidad en venta del proyecto Valle de Reyes", informó MILENIO Monterrey en agosto de 2006.
En entrevista con uno de los principales dueños de estos predios detenidos por el Cabildo de Santa Catarina en 2008, señaló al reportero la semana pasada que el proyecto continúa suspendido.
"El proyecto Valle de Reyes fue suspendido, no hay ni ha habido ningún tipo de trabajos relacionados con este proyecto, es todo lo que se puede comentar", indicó quien pidió mantener su nombre en el anonimato.
Historia de una compra
La apuesta de Inmobiliaria Dos Carlos fue la de multiplicar el valor del terreno de dos mil 394 hectáreas ubicado en el Cañón de Ballesteros.
La información del proyecto establecía la localización de 24 parcelas propiedad de ejidatarios, quienes obtuvieron en ese entonces (de 1996 a 2005) entre un millón y 3 millones de pesos cada uno por vender sus terrenos.
Cada una de las parcelas medía por lo menos 100 hectáreas, donde solo la mitad era urbanizable, ya que la otra parte la constituyen los cerros monumentales que rodean a esta zona ecológica, ubicada dentro del Parque Nacional Cumbres de Monterrey.
"De acuerdo con las escrituras donde se constatan las compras que hizo la Inmobiliaria Dos Carlos, los terrenos urbanizables fueron comprados a cuatro pesos el metro cuadrado. En total, se pagaron 47 millones 552 mil 238 pesos por la totalidad del terreno.
“Cuatro pesos metro cuadrado para el área con pendiente aprovechable”, según los avalúos realizados el 23 de febrero de 1996 por el perito Reynaldo J. Farías Montemayor.
El decreto para declarar Valle de Reyes y La Huasteca como una zona ecológica reconocida dentro del Parque Nacional Cumbres de Monterrey fue emitido en 1938 por el entonces presidente de México, Lázaro Cárdenas.
Por ello, el área del cerro que abarca al Cañón de Ballesteros fue calificada como “inaprovechable” y recibió un precio aún menor: 50 centavos el metro cuadrado.
"De acuerdo con los avalúos, la zona estaba clasificada como rústica, para casa habitación, con escasa población y sin contaminación ambiental. Sin embargo, el mismo documento reconoció el valor ambiental del área”, señala la página 2 del avalúo, realizado por la empresa Bancrecer, actualmente ya desaparecida.
Los registros de las adquisiciones
La mayor parte de las compras de esos predios a los ejidatarios data del 19 de marzo de 1996 y fueron inscritas en el Registro Público de la Propiedad por la notaría pública número 120.