A más de una semana del enfrentamiento ocurrido en la comunidad de Texcapilla, municipio de Texcaltitlán, poco a poco las personas intentan reanudar sus actividades con la confianza de que están presentes las fuerzas federales y estatales; sin embargo, temen que en cuanto se vayan regresen miembros de la Familia Michoacana y operen nuevamente en el la zona, como era antes de la confrontación.
De acuerdo con vecinos de este municipio, la presencia del grupo delictivo era normal previo al enfrentamiento entre pobladores y presuntos extorsionadores, el cual dejó 14 personas fallecidas. Indicaron que era usual ver los vehículos rotulados de la organización delictiva y hombres armados. “Antes era común, pero desde que fue lo de la Fiscalía de Sultepec ya no se dejaban ver tanto, pero después otra vez se paseaban así como si nada y hacían sus retenes”, refirió uno de los habitantes, quien por seguridad pidió el anonimato.
Fuerza policiaca
Agregó que hay pocos elementos de seguridad municipal para cubrir todo el municipio y que el cártel les ganaba en personas, armamento y vehículos, por lo que entiende que tal vez sea esa la razón por la que nunca les pusieron un límite. “¿Ellos cómo se van a poner con gente de ese tipo, si su armamento no es nada comparado con estas gentes? Cuando había bronca fuerte mejor decidían apartarse porque, ¿cómo se iban a poner con un arma que tiene pocos tiros y los otros todo un arsenal?”, consideró.
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Así como ahora es común ver elementos de laSecretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Guardia Nacional (GN) y Secretaría de Seguridad del Estado de México (SSEM), antes era ver hombres armados, incluso con uniformes tácticos de color verde, pero no eran militares, eran delincuentes.
“Era casi del diario, los veías pasando, pero no se metían con uno; mientras anduvieras bien no te hacían nada… lo que andaban robando o violando, esos sí eran los que se llevaban o había gente que extorsionaba a nombre de ellos y cuando ellos se enteraban que no era de su gente, los ‘levantaban’ por andar usando su nombre”.
Si bien suspendieron las posadas, los habitantes poco a poco comienzan a retomar sus actividades, a salir a la calle con la seguridad de que están las fuerzas del orden, pero temen que en algún momento se vayan y queden nuevamente a merced de la delincuencia organizada no solo Texcapilla, sino que todo el municipio.