Desde las 2 de la mañana comenzó el velorio de Paola y su pequeño Dilan en un domicilio de la calle Club Legión Humboldt de la colonia Lázaro Cárdenas, a 800 metros de la zona del derrumbe del cerro del Chiquihuite en Tlalnepantla, Estado de México.
Jorge Armando Mendoza, esposo de Paola y padre de Dilan, cumplió la promesa que le hizo durante su entierro a la pequeña Mía de no descansar hasta recuperar los cuerpos de su hermano y madre, después de 260 horas de labores de rescate finalmente esto fue posible.
Paola López, madre de Jorge Armando, y su consuegra, Gabriela Robles, agradecieron la labor que rescatistas y autoridades hicieron para apoyarlos y recuperar los cuerpos pese a lo inestable del terreno.
“De antemano voy a agradecerle a la gente que me hizo el favor de sacar a mi hija de ahí, ellos me apoyaron hasta el último momento”, señaló la mamá de Paola, mientras que la madre de Jorge Armando señaló: “Agradezco a Dios y a todos los muchachos que trabajaron para nosotros y dieron la vida más que nada, hubo mucha gente de gobierno, realmente estoy muy agradecida”.
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Sin embargo, cuando terminaba uno de los rosarios, Jorge Armando y su suegra Gabriela intercambiaron gritos e insultos tras discutir qué hacer con los cuerpos de Paola y sus hijos, mientras doña Gabriela insistía en querer incinerar a su hija, Jorge Armando decidió que lo mejor sería enterrarlos junto a Mía en el panteón municipal y así no separarlos.
“Él no tuvo la delicadeza de decirme: ‘Sabe qué, suegra, por la memoria de su hija y porque yo quise a su hija, vamos hacer las cosas así y así’... y eso sí me da mucho coraje”, señaló doña Gabriela, quien dejó el funeral de su hija y nieto tras asegurar que tampoco acudiría al entierro.
Tras la disputa, Jorge Armando dijo: “Pues para mí la importancia es muy grande, no puedo tener dos acá y otra persona allá, para mí es tener los tres y fue una decisión que tomé, y yo siento que fue una decisión buena, no me importa lo que me digan, pero es una decisión buena y creo que ella también la hubiera tomado”.
A las 2 de la tarde se celebró una misa de cuerpo presente en la que familiares y vecinos cantaron varios himnos y rezaron por el descanso eterno de la familia.
Al final de la ceremonia, Jorge Armando recordó a su esposa como una mujer de corazón roquero que disfrutaba la vida al máximo. “Ella lo que ella más amaba, estar en las tocadas de rock, ella se sentía feliz, cantaba, bailaba, se metía al slam, echaba desmadre, gritábamos, cantábamos, bailábamos sin parar, esos son los momentos bonitos que yo me llevo”.
Será hoy a las 10 de la mañana que los cuerpos de Paola y Dilan sean enterrados en el panteón municipal Lázaro Cárdenas, junto a la pequeña Mía, donde Jorge Armando podrá ir a visitarlos a los tres.