Una vez que Tesla confirmó la construcción de una Gigafactory en Santa Catarina, vienen los retos a nivel local para hacer posible la edificación de la planta donde se producirán autos eléctricos.
Un primer desafío es el otorgamiento de los permisos en los tres niveles de Gobierno, y la velocidad para que se otorguen será la primera prueba de fuego, señaló Gregorio Canales Ramírez, director general de Dimsa, firma consultora de empresas que buscan instalarse en México.
“La velocidad en que se otorguen los permisos será un tema importante. Nosotros que nos dedicamos a la atracción de inversión extranjera vemos que en Nuevo León hay un tema en la velocidad con que salen los permisos a nivel estatal. Esto comparado con Coahuila, este estado es más rápido que Nuevo León”, expuso en entrevista para la plataforma MILENIO-Multimedios.
Para Canales Ramírez, otros retos estarán por el lado de quienes serán proveedores para la construcción de la Gigafactory.
“(Esto implica) la puntualidad en las entregas, Tesla es muy acucioso con sus proveedores. Ellos pagan con tal de que les cumplan en los tiempos que la empresa establece. Hay casos donde Tesla suspende contratos por retraso de entrega. Son muy exigentes en cumplimiento en tiempos y en calidad”, indicó.
El especialista mencionó que por el lado del terreno donde se edificará la planta, es también un desafío porque hay una gran extensión de roca que requerirá de un trabajo de alta ingeniería.
“Creo que Tesla ya realizó un análisis de suelo en la zona, me sorprendería si no lo hizo. Ese análisis de suelo involucra básicamente tres aspectos: Uno, son las pendientes que hay y cómo nivelarlas; dos, las características del suelo, no solo de manera superficial sino a cinco o seis metros de profundidad para conocer la mecánica del suelo, y tres, los aspectos que tienen que ver con la naturaleza”, explicó.
El especialista señaló que esto implica saber si hay movimiento sísmico o no, si existen afluentes de agua en épocas de lluvia y cómo se tratarán, de igual forma que la maleza, matorrales, qué tratamiento se le dará. Por último está la logística de la entrada y salida en el área de gente y camiones de materiales para construir la nave.
Una innovación importante que puede aportar Tesla puede ser en la construcción de la Gigafactory, con las estructuras que emplea y que no existen en el estado.
“Se espera que en esto innove dado que requerirán de áreas abiertas más grandes, es decir, sin postes en medio. Eso necesita de estructuras diferentes, aunque esto no es muy extraño para un estado como Nuevo León, será todo un reto.
“Pero la innovación estaría en las especificaciones que harán y el cómo diseñarán y utilizarán los espacios para la nave industrial”, dijo.
Gregorio Canales aseguró que en obras de este tipo, las compañías suelen optar por fraccionar sus contratos de construcción.
“La derrama económica que dejará la sola construcción de la Gigafactory será importante. Normalmente este tipo de construcciones tan grandes se opta por ‘quebrar’ los contratos entre cuatro o cinco contratistas; aparte ellos (Tesla) traen su propio proyectista (su proyect manager). Es decir, es probable que a una empresa le den las terracerías, otra empresa le dan lo eléctrico, otra el tratamiento de agua, y así sucesivamente”, agregó.
El directivo señaló que la planta de Tesla en China la hicieron en 10 meses, “si eso se puede replicar aquí no sé, pero podría estar entre 10 a 18 meses, o bien, puede ser bastante rápido, puede ser menos de 10 meses o menos de 18 meses”.