Previo a la declaratoria de persona no grata a la embajadora María Teresa Mercado por parte de Bolivia, el último registro que se tenía de la expulsión de un diplomático mexicano de algún país fue en 2005.
Fue cuando la Secretaría de Relaciones Exteriores encabezada por Luis Ernesto Derbez anunció el retiro del embajador mexicano en Caracas, Venezuela, Enrique Loaeza.
Ocurrió luego de que México exigió una disculpa pública tras los dichos del presidente Hugo Chávez contra su homólogo Vicente Fox: “No se meta conmigo, caballero, porque sale espinao”.
Como la respuesta de ese país de Sudamérica no fue satisfactoria, se anunció el retiro inmediato de su embajador Vladimir Villegas en nuestro país.
De acuerdo con Iliana Rodríguez Santibáñez, profesora investigadora experta en derecho internacional en el Tecnológico de Monterrey campus Ciudad de México, “declarar persona no grata, diplomáticamente, es repudiar la política exterior de un país; más allá de la persona, es lo que representa esa persona… evita que el país pida a México sacar a nuestro embajador”.
En mayo de 2004, el canciller Derbez también informó que se retiró a la embajadora en La Habana, Roberta Lajous, luego de que el gobierno del presidente Fox decidió declarar “persona no grata” al consejero político cubano, Orlando Silva, por considerar que “pasó de analista a activista”.
También comentó que en dicha decisión pesó la deportación, una semana antes, del empresario mexicano de origen argentino Carlos Ahumada, acusado en México de fraude y de estar involucrado en actos de corrupción con miembros del Partido de la Revolución Democrática (PRD), y la expresión del gobierno cubano de que el caso está politizado. Mencionó que también influyeron las críticas del presidente de Cuba, Fidel Castro, a la política exterior mexicana.
Durante el gobierno del presidente Felipe Calderón, en marzo de 2011, el embajador de Estados Unidos en México, Carlos Pascual, presentó su renuncia al cargo en el cual llevaba 18 meses. Dicha decisión ocurrió semanas después de que el diplomático fue cuestionado por sus críticas a la guerra contra el narcotráfico que fueron revelados por Wikileaks. En ese entonces, el mandatario federal expresó que esas críticas causaron graves daños en la relación bilateral.
En septiembre de 2017, el gobierno de México expulsó al embajador de Corea del Norte, Kim Hyong Gil, como una “medida de rechazo” a las recientes pruebas nucleares realizadas por ese país.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) dijo que la decisión fue adoptada por el presidente Enrique Peña Nieto, quien además declaró persona “no grata” al representante diplomático.
Se explicó que la expulsión se debió al incumplimiento de Corea del Norte a las resoluciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que le había prohibido desarrollar armas nucleares y misiles balísticos.
En los años 70 el gobierno mexicano expulsó a Dimitri A. Diakonov, encargado de negocios de la embajada de la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y a otros cuatro diplomáticos, acusados de participar en acciones que ponían en riesgo la seguridad nacional.
Razones de la expulsión
La expulsión de la embajadora de México en Bolivia fue en respuesta a un supuesto intento por sacar del país a varios allegados del ex presidente Evo Morales: los ex ministros Juan Ramón Quintana, Wilma Alanoca y Javier Zavaleta, quienes junto a otros ex funcionarios aguardan un salvoconducto que les permita asilarse en México.
En la sede diplomática mexicana, situada en un exclusivo barrio al sur de la ciudad de La Paz, se encuentran diez ex colaboradores de Morales, desde que éste dimitió el pasado 10 de noviembre, tras casi 14 años en el poder.