El gobierno federal justificó la decisión de conceder el beneplácito a Francisco Arias Cárdenas, quien fue designado por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, como el nuevo embajador de su país en México.
En un comunicado, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) aseguró que este trámite conlleva de forma implícita el reconocimiento o desconocimiento de un gobierno extranjero con el que se mantienen relaciones diplomáticas, como es en este caso de la República Bolivariana de Venezuela.
Por ello, indicó que México realiza el análisis referido con apego a sus principios constitucionales y a la Doctrina Estrada, en estricto apego a los principios de no intervención en asuntos internos de los países, de autodeterminación de los pueblos y de respeto, protección y promoción de los derechos humanos.
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Ante este panorama, se garantizó el pleno respeto de México a la Convención de Viena en el otorgamiento de beneplácito a embajadores extranjeros y se otorga previo a la designación y ratificación de un embajador en otro país.
“Según el Artículo 4 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961, en vigor desde el 24 de abril de 1964, el Estado acreditante deberá asegurarse de que la persona que se proponga como jefe de la misión ante el Estado receptor ha obtenido el beneplácito de ese Estado”, detalló.
Asimismo afirmó que el beneplácito o plácet se otorga con respecto a la persona por acreditar y no sobre el procedimiento que en el Estado acreditante se lleva a cabo para nombrarlo.
Pese a ello, el gobierno federal reafirmó su voluntad de propiciar el diálogo como ruta para la resolución de conflictos con todos los actores internacionales que así lo deseen.
En tradición mexicana, beneplácitos no se aceptan o se rechazan: Ebrard
Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, aseguró que en la tradición mexicana, los beneplácitos no se aceptan o se rechazan, ya que no utiliza esta figura como una herramienta política.
“No se acepta o se rechazan los beneplácitos en la tradición diplomática mexicana dependiendo las preferencias o situación política del gobierno en turno. Es muy raro, nunca ha pasado en México que se le niegue el beneplácito a un diplomático de un país con que tiene relaciones diplomáticas”, dijo.
evl