Orgulloso de llevar en sus venas sangre francesa, amante de la fotografía y apasionado del beisbol, así se define Manuel Vital Couturier, secretario de Desarrollo Sustentable de Nuevo León.
Oriundo de San Rafael, Veracruz, a los seis años perdió a su padre, Manuel Vital Senande; asegura que gracias a la cultura del esfuerzo que le inculcó su madre, Eva Couturier Prigadaá, logró salir adelante.
Manuel Vital afirma que en el libro Río Bobos se explica cómo sus bisabuelos maternos llegaron a México, provenientes de Thônes, Francia.
¿De dónde es originario?
Yo soy de un pueblito de Veracruz que se llama San Rafael, a la orilla del río Filobobos o Nautla. Mi pueblo fue fundado en 1832, en ese año una compañía agrícola francesa compró estas tierras para venirse a instalar, por eso mi apellido es Couturier, porque mi pueblo lo fundaron los franceses.
¿Cómo llegó a Monterrey?
Me quedé huérfano a los 6 años, mi padre falleció en un accidente automovilístico en 1966, yo tenía 6 años y mi hermano 4 años. Soy producto de un hogar donde la madre fue padre y madre.
En 1964 le dan a mi tío la concesión para distribuir productos de Cervecería Cuauhtémoc en Veracruz, pero en ese entonces se vendía muy poco. Mi madre trabajó con mi tío de asistente. Yo estudié en la primaria y secundaria en Veracruz, (para) la preparatoria me fui a la Ciudad de México porque mi padre fue graduado del Instituto Politécnico Nacional (IPN), entonces yo quería estar en el Politécnico.
Mis primos de Veracruz se vinieron a estudiar al Tec de Monterrey, yo estaba en prepa y ellos estaban en carrera. Yo salía de vacaciones en la vocacional y me venía a visitarlos a Monterrey, y ellos me dijeron que me fuera a estudiar al Tec. Fui al departamento de becas, hice mi solicitud y presenté mi examen de admisión para estudiar Ingeniería Civil en 1978.
En este contexto, ¿cómo fue el acabar sus estudios?
El día que me estaba graduando me dio mucha satisfacción. Bajé con mi título y se lo entregué a mi mamá, y le dije que desde ese día ya no iba a trabajar ella, que yo me iba a encargar de mantenerla a ella y a mi hermano y desde entonces, hasta que mi madre falleció, la mantuve.
Platíquenos sobre sus inicios profesionales...
En 1990 me invitan a venirme a Monterrey en la época del licenciado Sócrates Rizzo. Me invitó el licenciado Luis Gerardo Treviño, que había yo conocido por su hermano, y me invitó a trabajar en el gobierno del estado. Acabábamos de tener a nuestra primera hija y decidimos cambiar (de residencia): mi esposa es de la Ciudad de México.
¿Participó en la campaña de Luis Donaldo Colosio?
Me invitó Ricardo Canavati a incorporarme a la campaña en la atención a invitados especiales y terminó la campaña por el asesinato. Fue un proceso muy triste, yo estuve en Magdalena de Kino (Sonora) cuando lo sepultamos.
¿Qué hizo una vez que regresó a Monterrey?
Empecé a dar asesorías inmobiliarias en 1994, terminamos esa época en la Secretaría de Desarrollo Social. Después, en 2000, empecé con mi empresa Canadá Grupo Inmobiliario.
¿Quiénes integran su familia?
Mi esposa Carla Cabal Beltrán, y tengo tres hijos: Carla, de 29 años; Marcelo, de 27, e Isabela, de 16 años. También tenemos cinco perritos.
¿Y sus hobbies?
Camino 6 kilómetros diarios y trato de ser constante.
¿Cómo le va con la fotografía?
Empecé a tomar imágenes cuando iba caminando. Yo escogí el terreno donde vivo porque da exactamente hacia el Cerro de la Silla. Empecé a tomar primero con el celular y luego con una cámara Nikon A900.
¿Entonces usted es el primer testigo de la calidad del aire?
Todos los días le paso un mensaje a mis colaboradores: ¡Desde mi estación de monitoreo hoy está así (contaminado o no) y en la tarde también!
¿Apasionado al beisbol?
Desde la primaria. Soy Sultán, y aquí vamos al estadio muchísimo, nos juntamos con Pepe Maiz y con el equipo de Value, entonces nos vamos ahí a la pelota caliente. De las Grandes Ligas soy de los Yankees de toda la vida.
¿Cuál es su platillo favorito?
De acá (de Monterrey), el cabrito en salsa es un platillo que lo puedo comer a diario, y de Veracruz, en mi pueblo hay un platillo que le llamamos chilehuevillo.