La secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena, aseguró que la negligencia de fabricantes y distribuidoras de armas con respecto de la comercialización de sus productos, ha acentuado la violencia en contra de ciertos grupos vulnerables en México.
Aunque no mencionó a Estados Unidos, se enmarcó en el litigio que mantiene el gobierno mexicano contra fabricantes y distribuidoras de armas estadunidenses por su papel en la facilitación del tráfico de armamento hacia México.
Durante el 163 periodo ordinario de sesiones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos entre el 28 y 29 de noviembre, se abordó la solicitud de México para una opinión consultiva sobre “las actividades de las empresas privadas de armas y sus efectos en los derechos humanos”.
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La delegación mexicana, encabezada por la canciller, apuntó que empresas armamentistas facilitan el tráfico de armas por sus prácticas negligentes.
“El Estado mexicano sostiene que las actividades de comercialización de las empresas privadas de armas de fuego realizadas sin el debido cuidado -negligentes o intencionales- que facilitan el tráfico ilícito de estos productos y su disponibilidad indiscriminada en la sociedad, aumentan el riesgo de violencia y resultan en vulneraciones a los derechos a la vida y a la integridad personal, entre otros”, dijo Bárcena.
En un comunicado, la SRE destacó que la CIDH subrayó la importancia de que los gobiernos de cada país adopten leyes que controlen y fiscalicen la venta de armas de fuego, además de imponer requisitos en materia de derechos humanos para evitar conflictos con otros países.
Países como Bolivia y Colombia y organizaciones de Argentina, Ecuador y Brasil presentaron sus propias problemáticas ante el tráfico de armas de fuego.
“Finalmente, la Corte IDH mostró un gran interés sobre el tipo de prácticas de las empresas de armas que ejemplificarían la falta de debida diligencia en el comercio de sus productos, y que facilitarían el tráfico ilícito de armas”, abundó la cancillería.
Sobre ese tema, varios participantes expusieron ejemplos como la falta de mecanismos de seguridad en las armas, lo fácil que es modificarlas, la falta de verificación de antecedentes para venderlas, la falta de mecanismos de rastreabilidad y la promoción de las mismas entre niños y para su uso delincuencial.
aag