El Instituto Nacional de Cancerología (Incan) confirmó que Hacienda liberó 225.9 millones de pesos que estaban en calidad de "evaluación" y no de "congelados", para aplicarlos a 11 programas especiales a partir del 1 de junio, y los cuales están enfocados en efectuar protocolos de investigación para elevar la calidad y sobrevida de pacientes con VIH/sida y que además padecen cáncer.
El director del Incan, Abelardo Meneses, comentó que como parte de las negociaciones, Hacienda también le permitió reinstalar más de un centenar de trabajadores eventuales —se despidieron a 207— que son esenciales para aplicar protocolos científicos, atender a los pacientes y operar equipo sofisticado como el Ciclotrón, con el que se elaboran radio-fármacos, además de hacer diagnósticos precisos.
Los 11 programas, abundó, nada tienen que ver con los servicios que se otorgan a los pacientes afiliados al Seguro Popular, es decir, los 225.9 millones de pesos —de los mil que se solicitaron a la Cámara de Diputados— se activarán a partir de la próxima semana para continuar, por ejemplo, con la investigación relacionada con cáncer hereditario y con el levantamiento del Registro Nacional de Cáncer.
Se trata de 3 mil 500 personas con diferentes neoplasias y tumores malignos, a las cuales se les otorgan diversos fármacos de última generación, “por ejemplo, recibimos alrededor de 330 nuevos pacientes al año con el cáncer de pulmón y gracias a las terapias y al plan integral, logramos que la sobrevida a dos años pasara de 15 a 74 por ciento, por eso es que defendemos estos programas especiales y esperamos que se repliquen en otras partes del país.
“Nuestra premura es que esos recursos se deben aplicar el 1 de junio y de no suceder tendríamos que haber salido a decirles a los pacientes que ya no se presentaran, lo cual, es atentar contra su integridad y su vida”, aclaró.
Una de las preocupaciones de la dirección general del Incan es que el personal eventual, altamente calificado, carece aún de certeza jurídica laboral y, de volverse a aplicar las medidas de austeridad, se pondrá el riesgo la operatividad de la institución que otorga 215 mil consultas al año.
En México solo hay cinco ciclotrones, tres en el sector privado, uno en la UNAM y el otro en el Incan. “Si nos quedamos sin ese personal altamente calificado, por no haber plazas, se tendrá que detener el departamento del ciclotrón y el instituto se vería obligado a pagar, como en antaño, esos radiofármacos a la UNAM y eso nos costaría 17 millones de pesos. Se verán afectados tanto los pacientes como las finanzas del gobierno, a ello se suma que no habría un análisis de quiénes se benefician con medicamento y de quienes se benefician con procedimientos multiples, radioterapia, quimioterapias y cirugías.
“Por eso los directores de los institutos están yendo con el secretario de salud y con el Presidente para comentarles que tenemos la capacidad de desarrollar, de innovar, de formar y capacitar personal, inclusive, podemos investigar la efectividad, toxicidad y eficacia de los nuevos medicamentos que se adquieran en las compras consolidadas”.