Pese a su frágil estado de salud cardiaca, la ex comisionada presidenta del Instituto Veracruzano de Acceso a la Información (IVAI), Yolli García Álvarez, seguirá presa, sin sentencia desde hace 771 días, por presuntos delitos que no ameritan prisión preventiva.
Luego de que el Poder Judicial de Veracruz difirió tres veces la audiencia solicitada por su abogado para solicitar que le modificara la medida cautelar de prisión y poder seguir su proceso judicial desde su casa, el jueves 5 de mayo por fin se celebró, pero el juez Francisco Reyes Contreras negó la variación de la medida.
García Álvarez, acusada de aprobar los nombramientos, presuntamente irregulares, de dos funcionarios en el IVAI y desatender una petición de presupuesto ─lo que implicarían solamente faltas administrativas─ deberá seguir en el penal de Pacho Viejo, en Coatepec.
Apenas la semana pasada, Yolli García regresó a la prisión, luego de varios meses de internamiento en el Centro de Alta Especialidad de Xalapa, en donde fue operada del corazón, pero en el penal no existen las condiciones para llevar su convalecencia adecuadamente.
“Las condiciones en reclusorio son infrahumanas, sobre todo por la cuestión de salud. Como lo habíamos advertido, no hay condiciones para que no sea una constante poner en riesgo su estado de salud y su vida”, advirtió su esposo Adán Armenta.
Explicó que “deberían tomarle dos veces al día su presión arterial y signos vitales, pero el servicio médico se ha negado a hacerlo. No tiene su dieta a disposición”.
“Hoy por ejemplo le dijeron que habrá de comer mole verde con puerco”, contó.
Además, debido a su condición de salud, su movilidad es limitada y una reclusa amiga de ella es la que la ha estado apoyando.
“Mi argumento de ahora en adelante es intento de homicidio y hago responsable al gobernador”, aseguró Armenta.
JLMR