Arturo Zaldívar, ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), visitará hoy el penal femenil de Santa Martha Acatitla, a fin de conocer la situación en que se encuentran las reclusas.
Al interior de dicha prisión femenil de Ciudad de México, el presidente del máximo tribunal del país sostendrá un diálogo con 150 mujeres aproximadamente, según informó la propia SCJN.
La visita deriva de una carta firmada por 663 mujeres internas en el penal, en la que invitaron al ministro a constatar personalmente las condiciones que se viven al interior de ese centro.
Dicha misiva fue entregada el 8 marzo en la Oficialía de Partes de la SCJN por Mariana Moguel, hija de Rosario Robles, quien también está recluida en dicha prisión, acusada de desvíos millonarios durante su gestión al frente de dos secretarías de Estado en el gobierno de Enrique Peña Nieto.
A pesar de que Zaldívar no cuenta con facultades para conocer los casos que le expondrán en el penal por tratarse de asuntos locales, es decir, del fuero común, el también presidente del Consejo de la Judicatura Federal se comprometió a reunirse posteriormente con la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, a fin de tratar aquello de lo que haya sido testigo en el recorrido.
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Esta visita también se enmarca en el convenio que firmó este lunes el ministro con Sheinbaum y otras autoridades de CdMx, a fin de que el Instituto de la Defensoría Pública Federal pueda intervenir en asuntos del fuero común en la capital del país.
Tras recibir la carta, el presidente de la SCJN aseguró ser “empático” con el dolor de las mujeres que le dirigieron dicho escrito. “Soy muy consciente de que el mayor drama en las prisiones la tienen las mujeres, las desigualdades estructurales se hacen más grandes en los centros de reclusión. Las mujeres son abandonadas por sus familias la mayoría de las veces, alejadas de sus hijos, se quedan sin ningún recurso económico, sin ninguna manera de sobrevivir en esas junglas donde hay que pagar para todo, abandonadas y sujetas a abusos de todo tipo, a depresión y a muchas situaciones extraordinariamente dolorosas”, dijo.
“Estas mujeres me escribieron para escuchar sus penurias, su sufrimiento, su dolor, para verlas a los ojos, para comprender todavía más lo que están viviendo y para tratar, en el ámbito de sus competencias, de ayudar a que esta situación que viven pueda ser un poco menos dramática”, enfatizó en la conferencia de prensa del pasado 16 de marzo.
En el escrito, las reclusas narraron lo que se vive en Santa Martha, además de la situación jurídica que las llevó ahí.
“Alrededor de 400 mujeres están encarceladas en sus celdas todo el día, en condiciones de hacinamiento porque la primera instancia encargada de otorgar justicia, los jueces de control, no han comprendido lo que es el principio pro persona”.
De igual forma, las mujeres hicieron referencia a los privilegios que tienen las personas con mayores recursos económicos.
“Cuando se trata de los poderosos procede esta justicia, cuando se trata de nosotras, no; creemos que tenemos derecho al mismo sistema de justicia”.