Cirugía bariátrica, la mejor opción para obesidad y enfermedades metabólicas

En Puerto Vallarta especialistas debaten consensos para reducir al mínimo las complicaciones derivadas de las técnicas quirúrgicas y elegir la más apropiada de acuerdo al perfil del paciente.

Actualmente, hay cerca de 120 cirujanos certificados (Especial)
Maricarmen Rello
Guadalajara /

En los últimos diez años la práctica de la cirugía bariátrica se ha multiplicado exponencialmente, al grado que hoy existen grupos médicos sólidos, de gran prestigio, dedicados exclusivamente a este tipo de intervención quirúrgica cuya razón inicial de ser es el tratamiento de la obesidad mórbida, y a la par es también una alternativa de tratamiento de las enfermedades metabólicas asociadas con el sobrepeso: la diabetes mellitus tipo 2, prediabetes, hígado graso, dislipidemia, hipertensión arterial y síndrome metabólico.

De acuerdo con datos del Colegio Mexicano de Cirugía para la Obesidad y Enfermedades Metabólicas, en la actualidad hay cerca de 120 cirujanos certificados en esta subespecialidad (cada uno al frente de un grupo médico), pero muchos más practican procedimientos quirúrgicos ante la demanda del tratamiento y cada año se suman a la capacitación buscando certificarse.

Este inusitado interés obedece a que la cirugía “la única alternativa eficiente de tratamiento a largo plazo, que resuelve la mayoría de los problemas de la obesidad es la cirugía, y en enfermedades metabólicas como la hipertensión o dislipidemia da resultados muy óptimos”, sostuvo el doctor Héctor Gabriel Galván Araiza, especialista en cirugía de mínima invasión para el tratamiento de enfermedades del aparato digestivo y en cirugía bariátrica para el tratamiento de la obesidad mórbida.

“El paciente más beneficiado con la cirugía bariátrica es el paciente metabólico obeso, porque no solamente le vamos a corregir un problema de peso, sino un problema de salud y de vida a largo plazo”, apuntó el médico, tras aclarar que no todas las personas con obesidad mórbida presentan enfermedades metabólicas.

Esta cirugía está aprobada para el tratamiento de la obesidad mórbida, aquella donde el índice de masa corporal (el IMC se calcula dividiendo el peso en kilogramos por la talla en metros al cuadrado) es de 40 o mayor, o arriba de 35 ante la presencia de otra enfermedad significativa o discapacidad grave a causa del exceso de peso.

“Entonces estamos atacado no sólo un problema grave de exceso de peso, sino trastornos que tienen un gran impacto en nuestro país”, advirtió el médico, entrevistado en el marco del XX Congreso Internacional de Cirugía para la Obesidad y Enfermedades Metabólicas, el cual arrancó el pasado martes y concluye este sábado en Puerto Vallarta, Jalisco; donde se han reunido más de 200 cirujanos.

Galván Araiza destacó que las principales complicaciones son derivadas de que la técnica elegida no fue la adecuada para el paciente; por lo cual “se buscan consensos entre los especialistas para evitar o reducirlas al mínimo; así como definir el perfil del paciente para cada técnica”.

El cirujano gastroenterólogo explicó que en todo el mundo hay grupos médicos que se especializan en una sola técnica y es la misma que aplican sin importar si los pacientes encajan en ese perfil. La idea planteada en este Congreso “es buscar cuál es la cirugía que funciona en cada perfil psicológico y alimentario de los pacientes, para evitar que a pese de una buena cirugía, ganen peso de nueva cuenta y si sucede (saber) cómo resolverlo”.

Complicaciones

“Una cirugía que es segura en las manos apropiadas, puede desafortunadamente dar algún problema por la falta de capacitación del cirujano”, expuso el médico. Es el caso, por ejemplo, de una ‘fuga’ en alguno de los cortes que se hacen en el estómago en la manga gástrica o ‘fuga’ de las conexiones que se realizan en el bypass. Estas complicaciones tienen que ver con una cirugía a lo mejor hecha con una técnica no depurada, en primera instancia, refirió.

En segundo lugar, el problema se debe a los materiales utilizados en la cirugía. Y es que recordó, también en un insumos médico-quirúrgicos hay una gran oferta-demanda y competencia de países como China y Corea que producen a bajo costo, con calidad inferior que en cierto paciente puede condicionar un mal resultado. “Eso nos preocupa”, dijo por lo cual el Colegio está enfocado en impulsar la certificación de los cirujanos bariatras a través de la página (http://www.cmcoem.org.mx/requisitos-para-certificacion-cmcoem/); así como dar certidumbre a los pacientes.

La labor es titánica, ya que no hay cifras oficiales respecto a la cantidad de cirugías bariátricas en México, y las estimaciones van de seis mil a veinte mil procedimientos anuales, apuntó Gabriel Galván, quien es fundador del Núcleo Diagnóstico en el estado de Nayarit (centro especializado en estudios de enfermedades del aparato digestivo) que congrega además al Grupo de Cirugía Bariátrica, el segundo grupo a nivel nacional en experiencia en gastroplicatura.

El grado más severo de una complicación quirúrgica es la muerte, pero en cirugía bariátrica es muy raro que suceda, dijo (el estudio Seguridad y eficacia de la cirugía bariátrica en México, no reportó ni un solo fallecimiento entre 500 casos analizados). Sin embargo que haya problemas es desalentador para el paciente. El médico advierte que todas las complicaciones empiezan pequeñas y, por tanto, si son detectadas a tiempo no tendrían por qué pasar a mayores.

Por otra parte, no relacionado con la técnica quirúrgica, se presentan casos de regane de peso, tema que también se abordó con especial énfasis en este vigésimo congreso, y que de acuerdo con el entrevistado es un problema que se presenta en 10 por ciento de los casos.

La reducción de peso se mantiene con un estilo de vida saludable, por lo cual se debe apoyar el cirujano en un equipo multidisciplinar (nutriólogo y psicólogo) para evitar que el paciente retome sus malos hábitos. El especialista sugiere que el paciente baje 10% del peso que le sobra por otros métodos, incluido el régimen alimenticio, antes de someterse a una cirugía bariátrica.

Galván Araiza concluye que la cirugía bariátrica es segura y con la técnica adecuada se logra la pérdida de peso y el control de la diabetes mellitus tipo 2.


Claves
La cirugía bariátrica

Es el mejor método contra la obesidad severa y sus comorbilidades: diabetes mellitus tipo 2, prediabetes, hígado graso, dislipidemia, hipertensión arterial y síndrome metabólico.

Éxito
Un estudio restrospectivo a 500 pacientes* reportó que la pérdida de peso global (en porcentaje de exceso de peso perdido) fue de 76.9% a 12 meses y de 77.6% a 24 meses.

Del total, 83.2% eran mujeres, con edad media de 38.8 años e IMC de 44.1 kg/m2. L

Se realizó bypass gástrico laparoscópico en el 85.8%, manga gástrica en el 13% y cirugía revisional en el 1%.

Se reportó 9.8% de complicaciones tempranas y 12.2% de complicaciones tardías, sin mortalidad.

El bypass gástrico reportó la mayor pérdida de peso a los 12 meses.

La falla al tratamiento fue del 11.4%.

En los pacientes con diabetes tipo 2 existió remisión completa en el 68.7%, remisión parcial en el 9.3% y una mejoría en el 21.8% de los casos.


*Fuente: Guilbert L, et al. Seguridad y eficacia de la cirugía bariátrica en México: análisis detallado de 500 cirugías en un centro de alto volumen. Revista de Gastroenterología de México. 2018

SRN