La Organización Mundial de la Salud prospectó que a raíz de la pandemia, el número de suicidios crecería hasta en un 30 por ciento y Durango recibió el total del impacto al cerrar el 2021 con 172 suicidios y 31 casos en lo que va de 2022, lo que lo ubica por encima de la media nacional en el lugar catorce en el ranking de los estados con mayor índice de defunciones por tal motivo y entidades como Yucatán, Chihuahua y Coahuila en los primeros tres sitios.
Se trata de una cifra alarmante toda vez que la sociedad no le da importancia a la salud mental y este es el momento preciso para darle valor al tema, no por los suicidios como tal, sino por la alta demanda de servicios psiquiátricos, el incremento en los diagnósticos, la búsqueda de atención en los menores de edad y los intentos, porque por cada suicidio, hay 20 intentos que no lograron consumarse.
"Es momento de trabajar más, pero hay que trabajar en conjunto, la Secretaría de Salud sola, no puede hacerlo, se trata de un trabajo conjunto y multidisciplinario de gobierno, empresas, sociedad civil y los medios de comunicación, que juegan un papel importantísimo, dejar de lado el amarillismo que generan los suicidios y empezar a proporcionar información que pueda indicarnos qué podemos hacer", aseguró Sandra Carolina Herrera Ortiz, directora del Hospital de Salud Mental Dr. Miguel Vallebueno de Durango capital.
La funcionaria estatal insistió en que si bien "la línea de la vida" es una de las políticas públicas del Gobierno para enfrentar el suicidio, "estamos trabajando en una estrategia nacional de prevención y actualmente hay planes que están funcionando, pero lo importante es que la Secretaría de Salud destine recursos suficientes para tal efecto, actualmente el Gobierno Federal aporta cerca del uno por ciento del presupuesto que recibe la SSA (muy poco), al tema de salud mental, sin embargo no solo es un problema focalizado en el gobierno, la sociedad civil y la iniciativa privada deben sumarse a la causa".
Actualmente existen esfuerzos aislados como las brigadas de salud que atienden a comunidades rurales, pero, según la directora del Hospital de Salud Mental de Durango, "deberían estar integradas por la directora de la escuela, la figura social más importante de la comunidad esto con el fin de detectar de forma temprana a quienes tengan un pronunciado cambio de conducta para intervenir oportunamente".
El fenómeno del suicidio es sumamente complejo que integra factores biológico - ambientales, sociales y genéticos, es decir, existen familias en las que se presenta un fenómeno denominado "agregación familiar" que es una mayor concentración de suicidios, que en la población en general.
"El suicidio ha existido desde que hay memoria y en todas las especies, no podemos hablar de suicidio animal porque el acto debe ser consciente, pero en Chihuahua hace algunos años, miles de vacas se arrojaron a un barranco luego de una cruda sequía, es decir, no vieron mayores condiciones de supervivencia y el propio instinto las llevó a la muerte. Los seres vivos instintivamente evitan el sufrimiento, hay dos cosas por las que un ser humano se suicida: La desesperanza y el sufrimiento, entonces el suicidio no es quiero dejar de vivir, es quiero dejar de sufrir", puntualizó Herrera Ortiz.
Estadísticamente los hombres son quienes más atentan contra su vida, siete de cada 10 suicidas son varones ya que usan métodos más letales, el hombre fallece por ahorcamiento, herida por arma de fuego, precipitación y el rango de edad fluctúa entre 13 y 29 años.
Uno de los factores altamente incisivo para que los hombres tomen la decisión, es la cultura machista en la que culturalmente hemos crecido.
¿Cómo detectar a una persona con pensamientos suicidas?
"Generalmente fincamos en el género masculino una responsabilidad intrínseca, una forma de carácter casi obligatoria, los hombres no lloran, no se pueden quejar, los hombres no piden ayuda, es por eso que es en esta población donde el fenómeno recrudece, porque generalmente llegamos tarde, porque simplemente ya lo decidieron".
Un indicativo de cambio de conducta que pueda derivar en suicidio puede ser un compañero de trabajo, que es serio, nunca falta, responsable y de pronto comienza a ausentarse de sus actividades, ya empieza a verse desaliñado, apático, ya no cumple con sus objetivos; eso nos debe encender alarmas, algo está pasando, no quiere decir que se vaya a suicidar, pero algo está ocurriendo que está afectando su funcionalidad.
Ocurre a menudo, según la Psiquiatra, que los duelos suelen ser minimizados por la sociedad y que al final de la historia son los pesos que desequilibran la balanza.
"No solo es el fallecimiento de un ser querido, la pérdida de tu trabajo, la pérdida de la economía, de la salud, en general pasamos la vida acumulando pérdidas que, aunque para el resto resulte nimio, una ausencia (hasta de una mascota) es una pérdida personal que debemos resolver".
Por lo anterior la directora del Hospital de Salud Mental Dr. Miguel Vallebueno instó a la ciudadanía a prestar atención a la salud mental, así como regularmente acudimos a practicarnos una revisión con el médico cuando sentimos malestar, de la misma forma buscar el apoyo terapéutico en caso de sentir algún cambio conductual.
aarp