Elizabeth Rubí Dávila Sánchez, graduada de la carrera de Psicología de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Juárez del Estado de Durango, con maestría en neuropsicología por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en entrevista para MILENIO, informó que los menores con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), en esta época de nueva normalidad, y producto del confinamiento, pueden presentar un mayor riesgo de desbordamiento conductual, así como de desorganización y de abuso de nuevas tecnologías, que a su consideración, son aspectos de difícil manejo familiar en la situación de confinamiento experimentada.
Explica que el TDAH es un trastorno de inicio en la infancia donde las niñas y niños con este diagnóstico, se caracterizan por manifestar diversos grados de impulsividad, hiperactividad y baja atención, síntomas que pueden aumentar por estar encerrados en casa. Además tienen una alta frecuencia en familiares biológicos de primer grado.
El diagnóstico del TDAH es básicamente clínico y para realizar una evaluación completa, es imperante la colaboración conjunta del médico (psiquiatra, pediatra, neuro-pediatra) y del psicólogo o neuropsicólogo, para ser atendido temprana y eficazmente con tratamiento farmacológico y psicológico.
Expresó que en su consulta se enfoca en los niños, aproximadamente el 70 por ciento acude por ese motivo, por sospecha de déficit de atención y la mayoría si lo tiene.
La intervención de un especialista como ella en neuropsicología, es valiosa, pues se indican herramientas que ayudan o favorecen un correcto manejo y regulación de estados emocionales.
La terapia psicológica, no solo interviene con el niño que padece este trastorno, sino que también exige la participación activa de los padres de familia a los cuales es necesario dotarlos de conocimientos sobre este trastorno y brindarles capacitación como co-terapeutas.
Dávila Sánchez expuso también que en su consultorio ubicado en avenida Juárez número 2215 oriente en Torreón, atiende a pacientes que llevan su vida normal, que son ya adultos, “sí trabajan, pero algunos tiene inestabilidad para el trabajo, no duran en ellos, sí se casan pero algunos pueden tener problemas en las relaciones, pero no en todos los casos ocurre”.
En estos tiempos ya hay mayor difusión, ya es raro el que no se hable del TDAH, ya se saben identificar desde las escuelas.
¿Cuál es el tratamiento?
En cuanto al tratamiento, expuso que se puede mandar a realizar un estudio neurofisiológico muy profundo con un especialista, “al menos de mi parte, el diagnóstico se hace en base en la historia del desarrollo con los padres, entrevistas y de pruebas neuropsicológicas que me ayudan a ver cómo está el funcionamiento cognitivo de los niños, ver cómo anda su atención, su memoria y de ahí se observa sí cumplen con el perfil cognitivo y síntomas de ese trastorno para poder diagnosticar, porque no es un diagnóstico tan sencillo, porque a principio de cuentas, los niños así son, activos, son distraídos, dispersos, pero encontrar ese punto donde ya no es normal esa distracción o esa hiperactividad, no es tan sencillo”.
Rezago educativo
La pandemia no incrementó el TDAH, pero sí el rezago en los alumnos con esa condición. Los niños que tienen el diagnóstico de TDAH u otra condición, sí tienen un rezago.
Yolanda Virgil Orona, responsable de la Subjefatura de Educación Especial de la Subsecretaría de Educación en la Región Laguna de Durango, informó que, “toda esta población objetivo que nosotros les llamamos así a los alumnos que tienen alguna condición de discapacidad sufrieron tremendamente un rezago en el sistema de educación básica en cuanto al aprendizaje debido al confinamiento y en la cuestión de las emociones”.
Estrategias para atender casos
Estos dado que ellos requieren de estrategias personalizadas para la atención en base a su condición y metodologías específicas que probablemente no tuvieron al cien por ciento en su casa.
“Ellos sí tuvieron una disminución significativa en cuanto a todo el proceso de enseñanza, pues obviamente apenas muchos centros se han estado reintegrando y la situación que se vivió, pues complicó todo. Por lo general, requieren apoyo médico de un neurólogo, dado que los menores necesitan medicamento, el cual no es barato, más cuando lamentablemente algunas familias perdieron el empleo y todo esto recrudeció su situación de salud y emocional”.
Consideró que la preocupación debe ser a nivel mundial, porque se habla de generaciones que van a llevar un rezago muy importante dentro de la cuestión académica y también la socioemocional.
Sin embargo, no salieron más casos de TDAH por la pandemia, porque es genético. Se recrudeció por el aislamiento, por la falta de convivencia y la falta de atención profesional capacitada.
Los niños que tienen esta condición, están integrados a escuelas normales y la mayoría donde están incluidos cuentan con un profesor de apoyo, “este maestro depende de esta modalidad de Educación Especial, entonces son especialistas que terminan sus carrera de Licenciados en Educación Especial y dentro del sistema se van capacitando. Uno de los problemas que ellos tienen es el déficit de la atención, a veces aunado a la hiperactividad, aunque no necesariamente un alumno con TDAH tiene que tenerla, pues algunas veces nada más presenta el déficit de atención, en donde el alumno no puede concentrarse y poner atención por lapsos de cuatro horas. Ahí es donde entra el maestro de apoyo, pero primero hay que capacitar a toda la escuela para explicar con qué metodología es conveniente trabajar para captar la atención de este tipo de alumnos.
Lo anterior porque hay alumnos que por el déficit de atención que tienen y la hiperactividad, no pueden acceder a los reactivos de un examen normal, “entonces ahí es donde intervenimos nosotros como especialistas o maestros de apoyo, con la elaboración de adecuaciones en los exámenes para que ellos puedan acceder”.
Influencia de daño en La Laguna
La Subjefatura de Educación Especial perteneciente a la Subsecretaría de Educación en la Región Laguna de Durango, tiene influencia dentro de Gómez Palacio, Lerdo, Nazas, Tlahualilo, San Luis del Cordero y hasta antes de Cuencamé, ya que es Durango quien se encarga de ese municipio.
Cuitláhuac Valdés Gutiérrez, Subsecretario de Educación en la Región Laguna de Durango, informó que Educación Especial, es una modalidad de atención no un nivel, “una modalidad de apoyo a educación básica y entre maestros de apoyo, psicólogos, trabajadoras sociales, terapistas de lenguaje, directores supervisores y equipo administrativo aquí en La Laguna, hay alrededor de 492 personas. Pero no se está presencialmente en todo educación básica, porque la finalidad de educación especial es ser tutores, asesores o acompañantes. No se tienen la infraestructura como para que esté un maestro de apoyo en cada escuela.
“Pues son 492 de todo educación especial aquí en La Laguna de todo lo que es la planta docente y de apoyo, pues imagínese no se atiende ni el 10 por ciento una escuela de educación básica.
Por eso la función de la Subjefatura de Educación Especial, es esa, asesorar a las escuelas de educación básica con capacitaciones, orientaciones que llevan ese tipo de alumnos, pues obviamente por Ley no se puede rechazar a los alumnos con déficit de atención, ni con otro tipo de condición, porque la Ley dice que todas las escuelas tienen que ser inclusivas”.
Expuso que en la Región Laguna se tienen 29 Unidades de Servicio de Apoyo de Educación Regular (USAER) y cada una tiene en una estructura a un director, dos psicólogos, un maestro de comunicación, un trabajador social, 8 docentes y 8 maestros de apoyo.
aarp