En México, se calcula que existen 40 millones de personas con hipertensión arterial y sólo seis millones tienen un tratamiento adecuado, situación que ha derivado en muertes prematuras y gastos catastróficos
Luis Alcocer Díaz Barreiro, presidente del Grupo de Expertos en Hipertensión Arterial de México (GREHTA), detalló que de acuerdo con Encuesta Nacional de Salud 2023, de los 40 millones de mexicanos con hipertensión, alrededor de 18 millones tienen conocimiento de su problema de salud y el resto lo desconoce.
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“Uno de cada tres hipertensos arteriales en México está tratado, pero sólo uno de cada cinco está debidamente tratado y controlado, estamos hablando, de únicamente seis millones”, precisó en conferencia de prensa celebrada en el Día de la Hipertensión Arterial.
El especialista comentó que la hipertensión causa muerte prematura, ante de los 75 años, y lo grave es que se está ya presentando en grupos de adultos jóvenes, menores de 40 años.
Las proyecciones epidemiológicas estiman que este problema de hipertensión arterial podría, incluso, se mayor y alcanzar a alrededor de 60 millones de mexicanos que empiezan a tener rangos superiores de lecturas de 120/ 80 milímetros de mercurio, es decir, a tener una condición médica en la que el corazón debe de bombea sangre con mayor fuerza dañando las arterias.
¿Qué causas provoca la hipertensión arterial?
La hipertensión evoluciona de manera silenciosa, sin manifestar síntoma alguno. Su falta de control puede derivar en un ataque al corazón, un infarto cerebrovascular y otros problemas.
Una persona con hipertensión arterial “ve reducida su expectativa de vida cinco años y, por lo menos siete años, enfrenta diversas complicaciones que agravan aún más su salud ya que algunos desarrollan, por ejemplo, insuficiencia renal, hay un deterioro intelectual”.
Si bien, aclaró, existen diversos factores de riesgo para desarrollar hipertensión como exceso de peso, falta de actividad física, consumo excesivo de sal y alcohol, ingesta insuficiente de potasio, tabaquismo, estrés y hasta factores genéticos, es necesario modificar el paradigma de la intervención.
Se trata de cambiar esa idea de que al paciente solo se le debe de otorgar un medicamento base, cuando las guías internacionales establecen dos para un adecuado control.
También es preciso dejar de medir por una sola ocasión la presión arterial. Significa que la persona debe estar constantemente monitoreada y tener rangos constantes de lecturas de 120/ 80 milímetros de mercurio.
“Existe la falsa idea de que la hipertensión se puede controlar temporalmente con cambios en el estilo de vida y un sólo medicamento. Sin embargo, la realidad es que la mayoría de los pacientes requieren un tratamiento continuo y múltiple para mantener su presión arterial bajo control”.
Díaz Barreiro se refirió que para el sector salud un manejo adecuado de la hipertensión cuesta entre 100 y 150 pesos mensuales, pero cuando ya hay complicaciones se eleva a más de 3 mil pesos mensuales por persona.
El especialista presentó un estudio desarrollado por el Grupo de Expertos en Hipertensión Arterial de México (GREHTA) que involucró a 6 mil mexicanos, de los cuales, el 82 por ciento cursan con obesidad central; 60 por ciento tienen colesterol elevado; 37.3 por ciento son diabéticos, “la persona hipertensa tiene dos veces más diabetes”; más de 40 por ciento tienen más de cuatro factores de riesgo.
Y a las estadísticas se suman que el 67 por ciento de estos 6 mil estudiados son pacientes de alto riesgo. “Si lo extrapolamos, dos terceras partes de los mexicanos con hipertensión arterial van a perder, por lo menos, cinco años de expectativa de vida”.
En la conferencia de prensa, expertos de IMSS, ISSSTE, de instituciones públicas y privadas explicaron que México cuenta con medicamentos innovadores, solo falta modificar, en algunas unidades, los protocolos que incluyan una combinación de medicamentos de por vida, sumado a trabajar con el paciente a cambiar sus malos hábitos alimenticios y de falta de deporte.
Hilda Peralta Rosado, especialista en Cardiología por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que un cambio de paradigma significa revertir las intervenciones “lentas” y a destiempo, cuando ya hay un problema severo de salud.
IOGE