A lo largo de los años diversos estudios poblacionales y clínicos han demostrado daños en la salud ocasionados por el consumo de bebidas azucaradas. Aunque son agradables para el paladar y despiertan el gusto por sabores dulces, estos tienen altísimos niveles de azúcar, sodio y calorías.
Por eso en MILENIO te compartimos algunos de los daños a la salud que ocasiona la ingesta de refrescos y bebidas de este tipo.
Consecuencias del consumo de refresco
Se ha demostrado que un alto consumo de azúcares produce enfermedades como obesidad, trastornos metabólicos y caries. A su vez, la obesidad se relaciona con diabetes tipo II, hipertensión, algunos tipos de cáncer e inflamación crónica que debilita la repuesta inmune. Por otro lado, el sodio, elemento que contienen las bebidas gasificadas, también provoca hipertensión.
Además, las enfermedades relacionadas con el consumo de bebidas azucaradas y refrescos aumentan el riesgo de vivir con discapacidad y el riesgo de muerte prematura.
¿Cuánto refresco se consume en México?
De acuerdo con datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), México se ubica como uno de los países de mayor ingesta de bebidas azucaradas por persona, con 163 litros al año.
Lo anterior resulta preocupante en particular por el contexto actual de la saliente pero resistente pandemia por covid-19, ya que las principales enfermedades consecuencia del consumo de refrescos convierten a quienes las padecen en susceptibles a enfermar de gravedad por el virus.
Muertes en México
Por ello el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), junto a la Universidad de Tufts, publicaron en 2020 un estudio en el ‘International Journal of Obesity’ en el que revelaron el porcentaje de muertes posiblemente atribuibles al consumo de bebidas azucaradas y refrescos.
Los resultados mostraron que el 19 por ciento de las muertes por diabetes, eventos cerebrovasculares, y cánceres relacionados con obesidad, fueron atribuibles a bebidas azucaradas, es decir, 40 mil 842 fallecimientos en adultos mayores de 20 años.
Entre las políticas públicas instauradas con la intención de disminuir los porcentajes de consumos destacan:
- La aplicación del impuesto de un peso por litro
- El etiquetado de evidencia que advierte
FM