Prácticamente cualquier persona sabe hoy día que fumar daña la salud. Muchas pueden nombrar a uno de los males que se le achacan –el temido cáncer- pero son pocos quienes conocen que la adicción al tabaco está detrás de buena parte de las muertes por enfermedades cardiovasculares y lo nefasta de la relación corazón-tabaco, sobre la que este año alerta la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Antonio Gerardo Rojas Sánchez, cardioneumólogo intensivista y jefe del Servicio de Fisiología Pulmonar y Neumología del Antiguo Hospital Civil “Fray Antonio Alcalde”, destacó que el consumo del tabaco es uno de los principales factores de riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares –segunda causa de muerte en México y Jalisco- y el más importante para enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
“Una persona que fuma tiene cinco veces más probabilidades de presentar un infarto agudo al miocardio que alguien que no fuma”, enfatizó. Esto sucede porque entre las 4 mil sustancias que contiene el tabaco, se han identificado más de 250 que producen inflamación de los vasos sanguíneos (llamadas sustancias pro inflamatorias), que inflaman en específico de las arterias coronarias que alimentan el corazón.
“Este tipo de sustancias favorecen lo que conocemos como disfunción endotelial, la responsable de constreñir los vasos sanguíneos del corazón… La vasoconstricción da pie a la isquemia del órgano”, explicó el especialista. A las sustancias que endurecen las arterias, se agregan otras que facilitan la formación de trombos o coágulos pequeños aumentando el riesgo de mal cardíaco.
La buena noticia es que dejar de fumar sí ayuda a mejorar la función cardiovascular, pues se reduce la inflamación de los vasos sanguíneos y por ende disminuye el riesgo de infarto al miocardio. Adicionalmente contribuye a reducir el nivel de presión arterial y aminora el riesgo de formación de trombos. No es así en el caso del daño pulmonar que deja el tabaquismo. Éste es irreversible; sin embargo, eliminar el consumo de tabaco evita que esta daño aumente “por lo que hay mucho por ganar”, aseguró Rojas González.
El cardioneumólogo citó que 90 por ciento de los pacientes que llegan a las unidades de urgencias médicas por infarto al corazón son o fueron fumadores. En México fallecen en promedio 90 mil personas al año por esta causa.
Aunque hoy día, el combate al tabaquismo es mucho más decidido que hace una década, el entrevistado, alertó de dos fenómenos que deben ocupar: la mayor prevalencia de consumo de tabaco en jóvenes y que casi se haya igualado la proporción de mujeres que fuman respecto a la de varones. “Están prácticamente 50 por ciento y 50 por ciento y ellas fuman casi la misma cantidad de cigarros que los hombres: entre cinco y quince cigarros al día”, dijo.
El jefe de Fisiología Pulmonar refirió que la nicotina contenida en el tabaco es también una sustancia pro inflamatoria y la sustancia que mayor adicción genera entre las drogas de uso legal, de ahí que para muchas personas dejar de fumar sea muy difícil y nueve de cada diez tengan recaídas. Sostuvo que el problema más importante que incide en lo anterior “es el manejo del estrés y de la ansiedad”.
En su opinión, las clínicas para dejar de fumar son la mejor opción para acompañar a la persona a llegar al objetivo de eliminar el consumo de tabaco de su vida.
Claves
En México existen 17.3 millones de fumadores, según la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco 2016 (Encodat).
En México se registran en promedio seis muertes cada hora asociadas al consumo de tabaco.
Infarto al miocardio, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, padecimientos cerebro-vasculares y cánceres de pulmón, vejiga y mama se cuentan entre las principales causas de muerte en el país y todas están asociadas al tabaquismo
10% comienzan a fumar antes de los 11 años de edad
50% comienzan a fumar entre los 15 y 17 años
Fuente: Secretaría de Salud/IMSS/Encodat 2016
SRN