La noche del 17 de noviembre, Anahí fue trasladada de emergencia al hospital después de su concierto en Sao Paulo. La cantante había informado que se sentía enferma durante los días previos a show, ya que había sufrido de dolores en las costillas y la espalda, así como fiebre y escalofríos.
Tras ser llevada al hospital y realizarle los exámenes pertinentes de sangre y ultrasonidos, los médicos diagnosticaron a la intérprete de 'Sálvame' con una infección "grave" en los riñones.
¿Qué es una infección renal?
La infección renal, también llamada "pielonefritis", es una enfermedad que puede extenderse por el tracto urinario hacia los riñones.
El 90% de los casos de este tipo de infección son causados por las bacterias Escherichia coli, las cuales se encuentran normalmente en el intestino grueso, sin embargo, también puede ser causada por las bacterias que circulan en el torrente sanguíneo o por cualquier bloqueo del flujo de orina, tales como una anomalía estructural, un cálculo renal, una dilatación de la glándula prostática, entre otros.
Síntomas
Los principales síntomas de la infección renal son:
- Fiebre
- Escalofríos
- Dolor o escozor al orinar
- Necesidad de orinar con frecuencia
- Necesidad intensa y persistente de orinar
- Dolor en la espalda, el costado o la ingle
- Náuseas y vómitos
- Pus o sangre en la orina
- Orina turbia o con olor desagradable
- Dolor abdominal
Pronóstico y tratamiento
La mayoría de las personas que padecen pielonefritis se recuperan por completo en poco tiempo. La gravedad de la enfermedad aumenta en las personas con diabetes, o con un sistema inmunitario debilitado, también hay quienes presentan este tipo de infecciones de manera crónica.
El tratamiento consiste principalmente de medicamentos antibióticos durante un periodo de entre 5 y 14 días. En algunos casos se realizan cirugías, pero esto sólo sucede cuando se deben de corregir anomalías estructurales.
Prevención
Para prevenir este tipo de infecciones es importante:
- Beber suficiente agua.
- Orinar cuando tengas la necesidad, no retrasar o contener la orina.
- Orinar después de tener relaciones sexuales para disminuir el riesgo de tener infección.
- Limpiarse cuidadosamente después de orinar y de defecar.
- Evitar usar productos en la zona genital como desodorantes o jabones íntimos.