Vivimos en una época en la que los avances tecnológicos, los adelantos en cuanto a investigación y la existencia de una mayor difusión en materias científicas, pueden llevar a que los profesionales de la salud, como los enfermeros, sientan que sus conocimientos se quedan obsoletos.
Constantemente aparecen nuevos tratamientos, nuevas técnicas, innovadores algoritmos, por no hablar de nuevas patologías y sus consiguientes fármacos, como hemos podido experimentar durante los dos últimos dos años.
De aquí nace la necesidad, por parte de estos profesionales, de mantener sus conocimientos al día de las últimas tendencias del sector de la salud, con el fin de poder ofrecer a sus pacientes un servicio personalizado, eficaz, que garantice en todo momento su seguridad.
Y aquí es donde aparece lo que se conoce como formación continuada, es decir, un conjunto de programas educativos y actividades, impartidas tanto a nivel teórico como práctico, que ofrecen formación, como su propio nombre indica, sea cual sea el momento en el que se encuentre la carrera del sanitario, siempre después de la finalización de sus estudios obligatorios para especializarse.
Este tipo de formación continuada se ofrece a través de cursos de enfermería en línea, cursos presenciales, talleres especializados para enfermeros, seminarios, conferencias, simposios o encuentros científicos, entre otras opciones. Existen alternativas de multitud de temáticas, dirigidas a distintos profesionales del sector.
Como es de esperar, esta formación se puede prolongar a lo largo de los años, sin importar la edad ni la experiencia de los interesados, y les ofrece múltiples ventajas, tanto a nivel personal como laboral.
¿Qué beneficios tiene la formación continuada en enfermería?
Partiendo de la base de los beneficios que trae de por sí cualquier tipo de formación académica, cabe destacar que aquellos profesionales de la enfermería, sea cual sea su rama de especialización, disfrutan de una serie de ventajas asociadas a su decisión de llevar a cabo formación continuada, tal como se muestra a continuación.
- En primer lugar, la razón más importante por las que muchos optan por sumarse a la realización de estos cursos o actividades formativas, es porque de este modo evitan caer en la obsolescencia. Como se comentaba anteriormente, el sector de la salud se mantiene en constante cambio, con avances a todos los niveles, por eso es importante mantenerse al día de todas las novedades que aparecen.
- Esto a su vez les ofrece un extra de calidad a la hora de llevar a cabo sus tareas profesionales. Lo que deriva en un impacto positivo tanto para la carrera de dicho experto, como para el propio sistema sanitario y, por supuesto, los pacientes relacionados.
- Ayuda a mejorar el currículum profesional del enfermero que recibe la formación.
- Esta mejora en el currículum tiene un impacto directo en la consecución de méritos, que suelen puntuar de manera positiva en oposiciones y bolsas de trabajo.
- Del mismo modo, también se adquiere una mejor capacitación para conseguir llegar a aparecer en algunas listas de contratación específicas.
- Poder seguir formándose de manera continuada ayuda a favorecer la igualdad de oportunidades entre los profesionales de enfermería.
- Y no podemos olvidarnos del aspecto personal, ¿quién no se siente satisfecho y orgulloso tras conseguir un nuevo título académico? Con los beneficios anímicos que esto conlleva.
Por estas razones, son muchos los profesionales, tanto de enfermería, como de otras disciplinas, que deciden formarse una vez terminados sus estudios obligatorios y continúan haciéndolo a lo largo de su carrera profesional.
¿Qué tipos de formación para graduados en enfermería existen?
Existen muchas opciones para seguir formándose tras el graduado, incluso de manera autodidacta, aunque este método no ofrece algunos de los beneficios mencionados anteriormente. Si lo que se desea es conseguir una titulación que verifique las nuevas competencias adquiridas, las opciones disponibles son las siguientes:
- Cursos: ayudan a los profesionales a conocer determinadas novedades o incluso a refrescar conocimientos obtenidos previamente.
- Cursos de especialización: permiten a los enfermeros especializarse en determinadas materias, incrementando sus conocimientos sobre un área en concreto.
- Másteres: se trata de una formación también especializada, pero a través de la cual se obtiene una titulación oficial ofrecida por una universidad.
- Expertos universitarios: se trata de un título de características similares a un máster, ya que ofrece a los profesionales una especialización en una determinada materia, a nivel universitario, pero con una duración inferior.
- Diplomados: cursos de especialización con características similares a los expertos universitarios, impartidos indistintamente por universidades u otras instituciones públicas o privadas. Su duración suele estar en torno a las 80 y 120 horas.
Está clara la importancia de la formación para mantener actualizados los conocimientos en enfermería en todo momento. La clave es decidir de qué forma se desea llevar a cabo esta constante modernización de conocimientos.