Los Ángeles ha cambiado el panorama de la pandemia por Covid-19 luego de las bajas en contagios, hospitalizaciones y resultados negativos en las pruebas, permitiendo así, la reactivación de la economía del condado que beneficia a millones de residentes.
Funcionarios del condado dijeron que las recomendaciones de viajes siguen vigentes, esto significa que cualquier persona que aterrice en Los Ángeles proveniente de otro estado debe mantenerse en cuarentena por un periodo de 10 días.
Además de este mandato, la recomendación de no sobrepasar las 120 millas desde el punto de partida permanece vigente, con excepción de asuntos académicos, servicios médicos y actividades de primera necesidad.
De acuerdo al aumento de casos por Covid-19 posteriores a los viajes realizados durante el Día de Acción de Gracias y las reuniones, se espera que los ciudadanos eviten los viajes por cualquier vía para evitar la propagación del virus y continuar con los avances que se han visto reflejados en el estado.
El condado no debe bajar la guardia tras disminuir la cifra de contagios
Según el Times, Los Ángeles promedió 1.519 nuevos casos de Covid-19 al día, esto significa que hubo una disminución del 32% con respecto a dos semanas anteriores.
“Hemos vuelto a los niveles de nuevos casos que vimos justo antes del aumento”, dijo la directora de Salud Pública de Los Ángeles, Barbara Ferrer a principios de esta semana.
El condado no ha cambiado su color morado (riesgo más alto en la escala de colores) desde la implementación de los niveles de riesgo por color en el estado. Sin embargo, los niveles de riesgo podrían cambiar, después de que el Gobernador Gavin Newsom haya anunciado su plan para la reapertura de escuelas y administración del 40% de las vacunas disponibles en el condado para los barrios más afectados por la pandemia.
Cuando se hayan logrado administrar 2 millones de vacunas en estas comunidades, el condado podrá cambiar de color púrpura a rojo. Esto será posible si las autoridades logran optimizar la vacunación con el plan publicado.
Alrededor de 22.000 residentes de Los Ángeles perdieron la batalla contra el virus. Casi 100 personas mueren diariamente tras complicaciones.
mg