De generación en generación, así se fue construyendo la medicina alternativa

Incluye propuestas de alimentación orgánica con dosis específicas de vitaminas, preparados con hierbas, tés, infusiones e incluso terapias con imanes o aromas.

Medicina alternativa. (Especial)
Editorial Milenio
Torreón, Coahuila /

La población enferma, de la misma manera en que su entorno lo hace y la presencia de agrotóxicos en suelo y agua de la Comarca Lagunera se correlacionan, en la literatura médica con pandemias como los distintos tipos de cánceres que se registran en la zona y que ponen en riesgo la vida de quienes enferman, hace el desafío de financiar un tratamiento médico oneroso si no se cuenta con seguridad social.

En ese sentido, las personas continúan compartiendo los remedios que se han transferido de generación en generación, y que se colocan como una alternativa para sanar y también curar, pues mientras el objetivo que persigue la sanación se enfoca a la desaparición de síntomas y enfermedades del cuerpo, el acto de curar se eleva a regular los pensamientos, las emociones y el espíritu que aquejan al enfermo.

La medicina alternativa incluye propuestas de alimentación orgánica con dosis específicas de vitaminas; preparados con hierbas, tés, infusiones e incluso terapias con imanes o aromas. Un piquete de abeja puede ser utilizado como terapia ante múltiples enfermedades incluidas las crónico degenerativas, y en Torreón existe un sitio seguro atendido por profesores y médicos que laboran en la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro.

Servicio restringido por la pandemia del covid-19

El campus en Torreón se mantiene con acceso restringido para evitar la propagación del covid-19, pero la oficina del Centro de Terapias Alternativas y de Orientación a la Salud, conocido por sus siglas como CETAOS, continúa sus labores atendiendo a personas que acuden por remedios que consideran más amigables.

“La apiterapia iniciará hasta el próximo mes de enero pero se tiene un servicio restringido en acupuntura, microdosis, homeopatía, masaje quiropráctico o reductivo, y relajante. Ya comenzamos el diplomado en homeopatía y es virtual. Tenemos una cuenta de Zoom y no batallamos por las restricciones del tiempo y el número de participantes”, confirmó Federico Antonio Hernández Torres, médico homeópata.

Productos como la avena y la miel de abeja sirven de base para la producción de jabones artesanales que no contienen parabenos o conservadores que con el paso del uso, resultan nocivos para la salud.

En el mismo taller se produce además el shampoo antipiojos a base de ruda, neem y epazote, en tanto que el comercial sólo usa hojas tabaco como repelente de insectos.

“En el caso de la homeopatía nosotros compramos los productos y nos evitamos cuestiones legales. No hace daño, si quiere reclame al laboratorio. Una persona jamás se podrá intoxicar con un producto homeopático, ni con microdosis aunque sean productos médicos. A mí me tocó ver una discusión entre mi mentor con un médico del IMSS. Él le dijo: ‘Yo agarro dos frascos de estos, escógelos y me los tomo. Tú agarra uno solo de los tuyos y tómatelo y a ver qué sucede”, refirió Hernández Torres.

Controversias como éstas sobran y para muestra refirieron el consumo del dióxido de cloro para evitar el contagio por el covid-19, que en su consumo fue prohibido en algunas regiones, sin embargo, la Secretaría de Salud Federal no vio contraindicaciones en él porque Hernández Torres incluso dijo, "las universidades mantienen investigaciones en curso que resultan esperanzadoras".

Llave de la salud, la buena alimentación

El CETAOS desde hace 25 años inició su trabajo y uno de sus fundadores fue el doctor Eleno Hernández Martínez, quien además de darle sustento al sitio escribió el libro 'La medicina de hoy y del futuro: la alternativa. Terapias y terapéuticas de la liberación', que este último concepto engloba a las actividades y actitudes de los que participan en el Centro de Terapia, donde no se auspicia la dependencia de las terapias aplicadas, ni se le presta valor al dinero como un fin del sitio.

Fue en la década de los noventas cuando comprometiendo a la comunidad estudiantil, médicos y maestros se dieron a la tarea de construir junto a campesinas y campesinos que formaban parte de comunidades eclesiales de base, casas de salud en comunidades rurales alejadas, que no contaban con servicio médico, manteniendo un contexto de apoyo comunitario al menor costo.

En CETAOS no se lucra con la medicina y los frascos de tratamiento homeopático se surten al mismo costo que los compraron, en tanto que los diplomados, talleres y terapias tienen bajos costos.

El maestro terapeuta Armando Jayme García, explicó que en el Centro hacen destilados para extraer aceites esenciales, utilizando además el hidrolato que queda pues muchas veces la gente busca más el agua de rosas que su aceite, que es el primordial.

“Hay una terapia que se llama Flores de Bach, que es aromaterapia. Tenemos preparados de cosmetología como jabones y cremas para relajar. Es más terapia que medicamentos en el caso de los aromas, pero es una alternativa”.

Los congresos sobre medicina tradicional desde el año anterior quedaron cancelados a pesar de manejar 55 talleres. Pero este equipo sigue preparando a mujeres campesinas para poder realizar sus propios productos que resultan amigables con las personas y su entorno.

aarp

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