Si la madre gestante es obesa, si el bebé nace antes de término y si encima no se le ofrece la oportunidad de la lactancia materna, se están sumando todas las condiciones para que el nuevo padezca en el futuro de obesidad, sostuvo Javier Mancilla Ramírez, presidente de la Academia Nacional de Pediatría, quien el pasado jueves impartió en la conferencia magistral “Programa fetal de prematuros y obesidad”, en el marco de las Jornadas de Actualización en Pediatría que celebra el Hospital Civil de Guadalajara (HCG) en esta ciudad.
“Se ha identificado que hay una relación importante entre el peso de la madre y el peso del niño. Si la madre es obesa, es muy probable que el niño o la niña vayan a ser obesos también; adicionalmente, investigaciones más recientes han identificado que la placenta no es estéril como se pensaba, sino que hay bacterias que desde etapas muy tempranas están colonizando la placenta y al parecer esas bacterias lo que hacen es mandar señales para el tipo de desarrollo del feto y para desencadenar el trabajo de parto… en algunas ocasiones de forma prematura”, detalló el especialista en entrevista con MILENIO Jalisco.
La programación fetal se refiere a los procesos de nutrición y otros factores ambientales durante el periodo de crecimiento en el útero, los cuales inducen a cambios en el metabolismo postnatal y en la susceptibilidad de los adultos a padecer enfermedades crónicas. Es decir, los eventos implicados en el desarrollo fetal normal influyen en la salud durante la vida adulta.
Mancilla Ramírez explicó someramente este proceso y su relación con la obesidad. Por principio, recordó que en el organismo de los seres humanos viven bacterias que cumplen una función benéfica –como la microbiota intestinal, que es la comunidad de microorganismos residentes en el aparato digestivo- y son necesarias para la vida. Éstas cohabitan con bacterias patógenas. En conjunto forman el microbioma, un universo al interior de cada persona.
El impacto de estos microorganismos en la salud es mayúsculo, citó el pediatra e investigador. “Tenemos más bacterias que células… De hecho 10 por ciento de lo que pesamos son bacterias, entonces es muy importante esta asociación, de eso es de lo que hablamos: Hay una programación fetal para la prematurez y para la obesidad, en el sentido de que ésas bacterias que están en la placenta, pueden mandar las señales para que el parto se adelante”, sostuvo.
Adicionalmente los bebés prematuros suelen ser separados de la madre, en tanto alcanzan el peso y las condiciones de supervivencia, y se pierde la posibilidad de la lactancia materna, carencia que también se ha asociado al desarrollo de obesidad. “En la leche de la mamá, el recién nacido recibe muchos elementos, no solo proteínas, azúcares y grasas, reciben células vivas, reciben bacterias también y muchos componentes inmunológicos y factores que estimulan el crecimiento de las células del bebé pero también de las bacterias benéficas”.
El doctor Mancilla Ramírez coincide con investigaciones pediátricas de varios países del mundo, en el bebé que no es alimentado al seno materno, tiene mayor riesgo de ser una persona obesa a futuro; tanto como de presentar otras enfermedades crónicas. Ejemplificó que los bebés prematuros desarrollan hipertensión en un porcentaje mucho más alto, que puede llegar a ser hasta una y media veces más que los niños que nacen a término. También son más susceptibles a desarrollar otro tipo de problemas que no se evidencian de inmediato, pero sí al paso de los años como talla baja, trastornos neurológicos y cognitivos.
“¿Qué pasa con todo esto? Que tenemos elementos naturales con los cuales podemos programar una vida muy saludable… y hacerlo desde la etapa previa al nacimiento”, recalcó. Esto va relacionado con el tipo de bacterias que se programan a partir de la lactancia materna, la obesidad de la madre, el tipo de alimentación que ella lleva, la microbiota que la mamá tiene en la boca, pues dichas bacterias son las que llevan a colonizar la placenta. Cada vez que una mujer se cepilla los dientes, está mandando bacterias a la placenta que alimenta su bebé”, expuso.
Prematurez
Las estadísticas de nacimientos prematuros varían según condicionantes sociales y económicas. Se estima que en general representan 5 por ciento, sin embargo hay algunas poblaciones en nuestro país, que llegan a tener cifras del 20 al 25 por ciento, refirió el presidente de la Academia Nacional de Pediatría, tras mencionar que la nutrición de la madre, los aspectos de higiene, el acceso oportuno a servicios de salud son factores que inciden en el nacimiento antes de término.
“Antes se pensaba que eran las infecciones la primera causa de prematurez, sin embargo, aunque está demostrado que una infección de vías urinarias programa un parto prematuro, esto tiene que ver más con el hecho de que se modifica la microbiota de la placenta; es decir, se modifica el tipo de bacterias que están asociadas con un desarrollo normal, y entonces sobrevienen los partos prematuros, que como he dicho, es mayor su posibilidad si la madre es obesa”, puntualizó el entrevistado.
Claves
Bebés prematuros
Los bebés prematuros son aquellos que nacen antes de completar las 37 semanas de embarazo. Un embarazo a término es de 40 semanas.
El nacimiento antes de ese lapso, puede tener problemas de salud para el bebé, ya que sus órganos no tuvieron tiempo suficiente para desarrollarse.
Además de nacer con bajo peso, los prematuros tienen riesgo de problemas respiratorios, retrasos en el desarrollo y crecimiento, problemas de la visión, trastornos de audición y en algunos casos parálisis cerebral.
Los prematuros requieren atención en cuneros especiales de cuidados intensivos neonatales hasta que hasta que sus órganos puedan funcionar sin ayuda.
En México, uno de cada diez recién nacidos es prematuro, pero hay algunas comunidades donde este porcentaje se duplica.
Programación fetal
La programación fetal se refiere a los procesos de nutrición y otros factores ambientales que intervienen durante el periodo de crecimiento en el útero, los cuales inducen a cambios en el metabolismo postnatal y en la susceptibilidad de los adultos a padecer enfermedades crónicas.
Las bacterias en la placenta juegan un papel importante. Hay una programación fetal para la prematurez y para la obesidad.
Fuente: Dr. Javier Mancilla Ramírez, presidente de la Academia Nacional de Pediatría
SRN