La Organización Mundial de la Salud (OMS) acusó a la industria tabaquera de bloquear diversas recomendaciones dirigidas a legislar para proteger a la población del humo del cigarro; elevar los impuestos; prohibir publicidad, promoción y patrocinio y elevar el tono de las advertencias sobre los peligros a la salud que provoca el tabaco.
Si bien, explicó Adriana Blanco Marquizo, jefa de la Secretaria del Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) de la OMS, ha habido avances también muchos de los acuerdos se han dado de manera lenta y, a la par, ya enfrentan otros desafíos, como son los nuevos dispositivos emergentes dirigidos a menores de edad.
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“Hay una incesante interferencia de la industria tabacalera en todos los rincones del mundo para tratar de descarrilar no solo la COP10 sino todas y cada una de las COP", aseguró Blanco Marquizo durante la inauguración oficial.
“No hay país, grande o pequeño, rico o pobre, desarrollado o en desarrollo, que no se enfrente a este tipo de interferencia”.
Y la interferencia también se observa en el lento avance alcanzado en la Estrategia Mundial para Acelerar el Control del Tabaco y Promover el Desarrollo Sostenible mediante la aplicación del CMCT de la OMS 2019-2025.
“Existen tres desafíos principales: la lentitud de la aplicación del convenio, los productos de nicotina de tabaco novedosos y emergentes y, por supuesto, la interferencia de la industria tabaquera.
“En 2018, la COP adoptó la estrategia mundial para acelerar el control del tabaco, promover el desarrollo sostenible mediante la aplicación de la OMS del 21019 al 2025”, comentó.
Si bien la pandemia de 2019 pudo haber sido la razón principal de la falta de aceleración del control del tabaco en los últimos años, “los otros dos desafíos, como son los productos emergentes y la interferencia de la industria tabacalera también han sido obstáculos considerables”.
Existen medidas, dijo, que están completamente en manos de los ministerios de salud: los espacios libres humos y las advertencias sanitarias, por ejemplo, pueden implementarse mediante decretos ejecutivos, como lo han hecho numerosos países.
“Sin embargo, aún estamos lejos de la aplicación integral universal de estas medidas”, refirió ante delegados de 183 países reunidos en Panamá”.
La situación es grave: “la creciente disponibilidad de productos de nicotina y tabaco novedosos y emergentes se ha convertido en un problema muy preocupante”.
Se ha registrado, aseveró, un aumento alarmante en el uso de estos productos por parte de los jóvenes.
“Parte de este aumento se debe a los mensajes falsos de la industria tabacalera que retratan estos productos como un reemplazo de las medidas reales de control del tabaco, ya que la industria nuevamente intenta reclamar un asiento en la mesa, como parte de la solución a una epidemia que la industria creó y continúa sosteniendo".
En el acto inaugural se hizo alusión a la forma en la que las tabacaleras han incrementado la pobreza, la desigualdad y propiciado marcados retrocesos en los sistemas de salud.
IOG