La alerta de que el mundo enfrentará una nueva pandemia con un patógeno potencialmente más contagioso y mortal propició que los países involucrados en el desarrollo de la “súper vacuna” contra covid-19 y otros nuevos virus, bajo la coordinación de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), tengan proyectado arrancar en el 2024 con la producción industrial de los biológicos en beneficio de los países de América Latina.
En el desarrollo de los ingredientes activos del biológico participan el Instituto de Tecnología en Inmunobiológicos de la Fundación Oswaldo Cruz (Bio- Manguinhos/ FIOCRUZ), de Brasil y la compañía de biotecnología mAbxience, de Argentina, los cuales, bajo convenio, se comprometieron a que “toda vacuna producida bajo estos proyectos será ofrecida al Fondo Rotatorio de la OPS para todos los países de la región”, explicó Jarbas Barbosa, director general de la OPS.
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“El proyecto de FIOCRUZ es el más desarrollado hasta este momento.
"Se encuentra en fase uno, ahora, en este año y quiere avanzar en la fase dos y tres el próximo primer semestre de 2024. O sea, van a tener la capacidad de producir y ahí van a tomará la decisión de salir de la escala de producción de los ensayos clínicos para comenzar una producción industrial.
"Van a ver cuál será el momento de hacer ese cambio”, detalló en entrevista con MILENIO.
Barbosa recordó que el proyecto de transferencia tecnológica y de generar una plataforma regional de producción de vacunas y otras tecnologías sanitarias en las Américas, surgió para romper con la dependencia de la industria farmacéutica asimismo con el acaparamiento de los países ricos que, como sucedió con covid-19, dejaron sin dosis a los países pobres y con menos recursos.
Y también para prepararse ante una nueva pandemia que, como informó la Organización Mundial de la Salud (OMS), puede ser más contagiosa y mortal.
Se debe de garantizar una serie de medidas eficaces de detección precoz y de respuesta rápida frente a posibles patógenos pandémicos y mejorar la capacidad de respuesta de los servicios de salud, de laboratorio y de investigación, entre otros objetivos.
Por ello, dijo, resulta esencial contar con una producción y distribución equitativa de vacunas, y de productos médicos básicos.
“Son dos proyectos, uno en Argentina y otro en Brasil para desarrollar y tener la capacidad de producción de una vacuna basada en la tecnología a ARNm mensajero, una tecnología que mostró ser muy efectiva contra el Sars-Cov2, el coronavirus.
“Y, como los coronavirus siempre son candidatos para desarrollar una nueva pandemia en el futuro, esta plataforma puede servir para enfrentar el nuevo coronavirus que aparezca en el futuro”, alertó.
“Pero también se está evaluando la posibilidad de utilizar esa plataforma para una vacuna de influenza, para una vacuna de dengue, de Zika y Chinkungunya. Entonces, esos dos proyectos siguen. Ya están bien avanzados. Es una iniciativa global. Estamos brindando apoyo para los temas de regulación, legales, de transferencia de tecnológica y de desarrollo”, explicó.
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La OPS, además, cuenta con el aval financiero de los líderes mundiales para establecer criterios de homogéneos de calidad de los Equipos de Protección Individual, como son mascarillas, cubrebocas, guantes y basta utilizadas por el personal de salud.
Se trata de que los productores de dichos insumos que cubren las necesidades del Caribe y Sudamérica no necesiten enviar para su certificación sus productos a Estados Unidos o a países de Europa, porque ese proceso limita el acceso.
La idea es que amplíen y atiendan las demandas de la región en el momento que se requiera.
Barbosa también dejó en claro que, en este proceso de preparación ante una posible nueva pandemia, los economistas dejaron en claro que se debe de contar con al menos con el seis por ciento de Producto Interno Bruto en inversión y gasto en salud.
“De los 35 estados miembros de nuestra región, solo cuatro o cinco están en ese panorama. Todavía hay países que todavía tiene el 3 por ciento del PIB como gasto en salud y el promedio de la región está en 4.4 por ciento. Hay que avanzar para ofrecer una atención universal, eficaz y de calidad”.
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HCM