En México el cáncer es la tercera causa de muerte, fallecen por esta enfermedad 14 de cada 100 mexicanos y de acuerdo con estadísticas del Instituto Nacional de Cancerología, el tumor maligno de mayor frecuencia es el de mama, con 20 mil casos anuales; es la primera causa de muerte entre las mujeres.
Además, se estima que el 14.3 por ciento de todos los casos nuevos de cáncer en nuestro país corresponden al de mama, por lo cual la Organización Mundial de la Salud (OMS), advierte que de continuar esta tendencia para 2030, el número de mujeres diagnosticadas con cáncer de mama podría aumentar hasta 34 por ciento.
Detección anticipada, una de las claves
Los diferentes tipos de cáncer de mama se descubren a través de pruebas de detección antes de que estén muy avanzados, razón por la cual, se alienta a que las mujeres se realicen anualmente la mamografía después de los 40 años o antes si tienen factores de riesgo (principalmente genéticos).
Y es que en etapas iniciales generalmente es detectable por estudios de imagen: mastografía, ultrasonido y resonancia magnética.
Las medidas más importantes que se pueden tomar para prevenir las muertes por cáncer de seno consisten en encontrar el cáncer temprano y recibir el tratamiento más avanzado para combatir la enfermedad.
Tratamiento, el factor esencial
Actualmente, la atención para el cáncer de mama no solo es labor de un médico, se necesita un equipo multidisciplinario conformado por expertos en diferentes ramas de la medicina: oncólogo, cirujano, radiólogo, y el patólogo, quien es el encargado de analizar la muestra del tejido del tumor de la paciente: “lo envían y nosotros lo observamos en el microscopio para determinar si es una lesión benigna o maligna”, explica el doctor Juan Pablo Flores, coordinador del laboratorio de Inmunohistoquímica y Biología Molecular del hospital universitario de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
El también integrante del Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), recordó que hay muchos tipos de cáncer en la mama, sin embargo, “nuestro trabajo es básicamente identificar qué tipo de cáncer es y qué tan extendido está en el paciente para que el oncólogo pueda determinar el tratamiento para el paciente”. De ahí, la importancia del papel del patólogo para determinar el tipo de neoplasia.
Por ello, exhorta a las pacientes “a que se familiaricen con el reporte de patología, que va a determinar qué es lo que va hacer el oncólogo o el cirujano para su tratamiento. Es muy importante recordar que además de informar qué tipo de tumor es, su localización, si es invasivo o metastásico, es hacer marcadores tumorales. Y en el cáncer de mama, los más importantes son estrógeno, progesterona y HER2. Con estos marcadores, el oncólogo decide qué tipo de tratamiento le va a dar. Hay una terapia personalizada para cada paciente”.
Reiteró que a pesar de que “hay muchas enfermedades, solamente hay un enfermo y se tiene que individualizar su tratamiento, porque actualmente hay distintas opciones, no como hace 30 años, cuando el tratamiento era prácticamente el mismo para todas”.
Aclaró que no todos los tumores tienen estas características, hay un grupo que no expresa ninguno de estos tres marcadores, a los cuales les llamamos cáncer de mama triple negativo, porque son negativos para los tres marcadores que utilizamos para poder clasificar el tumor.
Es así como decide la mejor terapia que recibirá el paciente, que pueden ser los bloqueadores de los receptores de estrógeno, la terapia dirigida contra el receptor HER2 o la quimioterapia en el caso del cáncer de mama triple negativo
Finalmente, el especialista reiteró que detrás de todo el equipo hay un patólogo y “el reporte de patología es la mejor herramienta que tiene el paciente para entender su enfermedad. El oncólogo tomó la decisión del reporte del patólogo, de ahí que el oncólogo o incluso el patólogo le explique qué es lo que le está queriendo decir con ese reporte y con la presencia o ausencia de esos marcadores se realizará el tratamiento personalizado”.
En datos
En México, el Observatorio Global del Cáncer (Globocan) reporta que en la población en general, el cáncer de mama es el de mayor prevalencia, le sigue el de próstata y en tercer lugar el colorrectal.
Entre los hombres, destaca el de próstata en primer lugar, seguido del colorrectal y testicular.
Y en las mujeres, los tres primeros en incidencia son los de mama, tiroides y cérvico-uterino.
RRR