Como un efecto de la desesperanza y la intolerancia a la frustración, califican especialistas en salud mental las ideas suicidas y las muertes consumadas bajo esta condición, principalmente en personas de edad adolescente y adulta, en donde las causas más comunes suelen ser problemas familiares o de pareja.
Datos de la Fiscalía General del Estado reflejan un incremento considerable de muertes por suicidio desde 2017 a la fecha, destacando la región Sureste como la zona de Coahuila en donde se presenta el mayor número de casos.
Al más reciente corte de la dependencia estatal, Coahuila registró una cifra de 257 suicidios, lo que representa un incremento en comparación al 2018 de 12 casos cuando se reportaron 245, y de 43 más en comparación a 2017 cuando se reportaron 214 muertes de este tipo.
La estadística señala que en el año que concluye, 97 de los casos sucedieron en la región Sureste, 74 en la Laguna, 35 en la región Centro, 16 en la Carbonífera y 34 en la Norte del estado.
El 81 por ciento fueron cometidos por hombres con 216 casos y el 19 por ciento mujeres con 40 casos. El primer lugar de suicidios lo ocupan personas en edad de entre 21 y 30 años con 80, le sigue 31 a 40 años con 64, después de 0 a 20 años con 38 casos y finalmente de 51 a 60 años con 24 casos.
El programa Autopsia Psicológica, realizado por estudiantes de licenciatura y posgrado de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Coahuila en 2018, arrojó que la principal causa del suicidio es derivada por la baja tolerancia a la frustración que tienen las personas, sobre todo de las nuevas generaciones, que además llegan a una idea suicida por emociones que surgen de un problema sentimental.
El estudio destaca que es la educación con falta de límites y la inmediatez de obtener algo, lo que ha modificado la resistencia de las personas ante una decepción, pues en muchos de los casos se les provee de ciertas cosas que, al momento de no tenerlas, no son capaces de asimilarlo y caen en depresión.
Región Sureste
En Coahuila es la región Sureste es la zona con focos rojos por el alto número de suicidios, por lo que el Instituto Municipal de Saltillo (IMPLAN) presentó un estudio en 2018 en donde analizó la tendencia suicida de 2017, el que se identificó un perfil sociodemográfico predominante: varones entre los 20-39 años, ocupados, que viven en colonias al sur, suroriente y poniente.
De acuerdo al documento, el suicidio en Saltillo se puede asumir como una problemática social, ligada mayormente a las condiciones adversas de integración social de ciertos sectores con poco margen de movilidad y ascenso social, la distribución espacial de esta problemática tiende a concentrarse en áreas media y baja marginación, en su mayoría.
Las conclusiones del estudio establecen que se denotan factores socioculturales relacionados con el género y sus roles sociales, que tienen un comportamiento parecido en casi todas las latitudes del planeta y que influyen en la postura de los varones de acumular mayor carga física y psíquica sin pedir ayuda, por lo que son quienes consuman en mayor número el suicidio.
Al ser el suicidio un evento cuyas causas son multifactoriales, se identifica un patrón especial, pero no se comprueba la hipótesis que las áreas más marginadas son las que presentan un mayor número de incidentes, ya que áreas con baja o media marginación registran un número considerable de casos.
Al mes 800 potenciales suicidas piden auxilio por la Línea de la Vida
En Coahuila el mayor número de suicidios son consumados por hombres, pese a que el mayor número de intentos son de las mujeres. Y es que se ha acreditado que las féminas son quienes se atreven a pedir ayuda antes de intentar terminar con su vida.
Así lo destacan las cifras del Centro Estatal de Salud Mental (CESAME), que recibe al mes alrededor de 800 llamadas de auxilio en la Línea de la Vida, en donde son las mujeres quienes más solicitudes de apoyo registran, informó el director del Centro, Manuel Novelo Sopeña.
“Las mujeres son las que más se atreven a ser tratadas, el hombre es más reticente, creo que, por su propia condición en sus cromosomas, es un tanto más resistente y acude menos a los servicios de salud”, dijo.
Precisó que de las 800 llamadas, sólo el 10 por ciento acude directamente a las unidades de Salud para recibir atención médica psicológica y un tratamiento adecuado para atacar su padecimiento.
Explicó que el suicidio no únicamente está vinculado con la depresión, sino que tiene muchas causas y entre las cuales se encuentran las teorías de tipo genético y todo tipo de factores como el clima, que son factores que propician, pero no el origen.
Novelo Sopeña expuso que al mes registran entre 200 y 300 consultas por casos relacionados con la depresión y distintos padecimientos de salud mental “se va manteniendo, el hecho de estar en diciembre o enero no indica incremento en consultas por depresión en específico, aunque sí en trastorno bipolar”.
Explicó que en la Línea de la Vida se reciben llamadas de todo el estado de Coahuila, pero la mayoría son de Saltillo, Ramos Arizpe y Arteaga, aunque destacó que también se registran solicitudes de apoyo de otros estados para atender crisis de suicidio.
La época decembrina provoca trastorno bipolar
Aunque aclaró que científicamente no está comprobado, el director del Centro Estatal de Salud Mental en Coahuila (CESAME), Manuel Novelo Sopeña, indicó que la tendencia de incremento de casos en época decembrina que además es uno de los factores del suicidio es el trastorno bipolar.
El trastorno bipolar es una enfermedad mental que causa cambios extremos en el estado de ánimo que comprenden altos emocionales (manía o hipomanía) y bajos emocionales (depresión).
El trastorno bipolar es una enfermedad mental severa. Las personas que la sufren experimentan cambios de ánimo poco comunes. Pueden pasar de ser muy activos y felices a sentirse muy tristes y desesperanzados. Y, así, empezar el ciclo otra vez. Frecuentemente tienen estados de ánimo normales entre uno y otro ciclo.
Cuando una persona se deprime, puede sentirte triste o desesperanzado y perder el interés o el placer en la mayoría de las actividades. Cuando su estado de ánimo cambia a manía o hipomanía (menos extrema que la manía), es posible que se sienta eufórico, lleno de energía o inusualmente irritable. Estos cambios en el estado de ánimo pueden afectar el sueño, la energía, el nivel de actividad, el juicio, el comportamiento y la capacidad de pensar con claridad.
Los episodios de cambios en el estado de ánimo pueden ocurrir en raras ocasiones o muchas veces por año. Aunque la mayoría de las personas presenten síntomas emocionales entre los episodios, es posible que algunas no presenten ninguno.
Aunque el trastorno bipolar es una afección de por vida, puede controlar los cambios en el estado de ánimo y otros síntomas siguiendo un plan de tratamiento.
En la mayoría de los casos, el trastorno bipolar se trata con medicamentos y apoyo psicológico (psicoterapia).
Si no se trata, el trastorno bipolar puede dañar las relaciones personales, causar bajo rendimiento en la escuela o en el trabajo e incluso el suicidio. Sin embargo, existen tratamientos eficaces para tratar los síntomas: medicinas y “terapia de conversación”.
La combinación de ambas suele ser lo que mejor funciona.
El 10 por ciento de los Universitarios tienen ideas suicidas. A través de la aplicación de la encuesta de “Desesperanza” que aplica la Universidad Autónoma de Coahuila a los alumnos de nuevo ingreso en sus escuelas y facultades de la Unidad Saltillo se han detectado de 1 a 3 casos por institución con ideas suicidas, informó Karla Valdés García, directora de la Facultad de Psicología.
Manifestó que se les da seguimiento de apoyo a través de tutorías, y en casos graves, se les canaliza al Centro de Salud Mental, pues destaca que en investigaciones nacionales arrojan que por lo menos el 10 por ciento de estudiantes de preparatoria y universidades presentan ideas suicidas por episodios de su vida que los llevan a presentar esta conducta.
“Estamos trabajando muchísimo con preparatorias de la Universidad, tenemos varios proyectos trabajando con ellos para prevenirlo antes de que entren a la Universidad”, destacó.
Indicó que por el momento sólo se aplica este instrumento en la Unidad Saltillo, pero se planea ampliarla a todo el estado, pues se ha encontrado jóvenes que registran altos niveles de desesperanza, aunque no tienen riesgo suicida, sin embargo, ya en el trabajo con el tutor presentan sintomatología depresiva.
Altos índices de desesperanza
“A los jóvenes que se les detecta altos índices de desesperanza se les canaliza a partir del programa de tutorías, un programa institucional también, para que los tutores le vayan dando seguimiento al caso, una vez que ingresa el estudiante a la facultad o escuela correspondiente se le hace una entrevista para detectar señales de alerta”, expuso.
La académica dijo que el obstáculo al que se enfrentan es que las tutorías son obligatorias sólo en el primer año, posterior a ello, no se facilita el seguimiento, además de que se tiene que esperar a que los jóvenes cumplan la mayoría de edad para que voluntariamente contesten dicha encuesta.
Valdés García precisó que uno de los resultados que dejaron preocupación es que más del 80 por ciento de los jóvenes manifestaron sucesos traumáticos en su vida, desde episodios de violencia, separación de sus padres hasta una ruptura amorosa que, aunque es un acontecimiento común, para un joven podría significar un daño emocional importante.
“Les hace falta herramientas y fuerza para poder enfrentar situaciones cotidianas de la vida, de la mayoría de las personas. Participaron en el proyecto 829 alumnos de Ciencias Químicas, Ingeniería, Sistemas, Facultad de Ciencias Administrativas, Artes Plásticas, Enfermería, Música, Arquitectura, Comunicación, Psicología, esto independiente a las encuestas que se les aplica”, precisó.
Habló de la implementación del proyecto “Puertas” para alumnos saludables que se aplica en el mundo y que mide desde adicciones, ansiedad y depresión, entre otras cosas que pudieran ser focos rojos para una intención de auto lastimarse o decidir terminar con su vida.
Finalmente expuso que hace algunos años se presentaron casos de suicidio de estudiantes, uno de Jurisprudencia, y otro de Arquitectura, en donde se llevaron a cabo charlas de apoyo a los compañeros de clase y docentes para minimizar el impacto de este tipo de eventos.