“Cuando escuché la palabra cáncer lloré, pensé en la muerte”

Día Internacional de lucha contra el Cáncer de Mama

Mayté es maestra y es una de las personas en Tamaulipas que ha superado esta enfermedad.

Durante octubre se realizan campañas para incentivar la detección del cáncer de mama.
Tampico /

Este 19 de octubre se conmemora el Día Internacional de lucha contra el Cáncer de Mama y hay muchas personas que han salido adelante al superar esta enfermedad y hoy pueden contar su historia, como Mayté, una maestra en Tamaulipas que hace diez años confirmó que tenía el padecimiento.

Tiene 55 años de edad, es maestra del CBTIS 271 con 34 años de servicio. En octubre del 2011 le detectaron un tumor en un ovario, se lo extirparon, se analizó y no era cáncer, pero a los 15 días en su seno izquierdo notó una pequeña bolita.

Así que acudió al ginecólogo y le dijo que sólo era un pequeño absceso. Al mes, la bolita aumentó unos 3 centímetros, fue con un oncólogo, le hizo una biopsia y salió negativa, pero tenía dolor en su seno, estaba rojo y siguió aumentando de tamaño a 8 centímetros.

“Así que me hicieron otra biopsia y salió que tenía cáncer muy agresivo; ese día 25 de enero de 2012 fue el día más triste de mi vida, cuando escuché la palabra cáncer lloré de impotencia, tristeza, coraje, todo se agolpó en mi mente y pensé únicamente en la muerte. Le pedí a Dios que me guiara y ayudara, quería seguir viviendo por mis dos hijos”.
Octubre se decreta como el mes de la prevención contra el cáncer de mama. (Martín Piña)


El 3 de febrero ya estaba en su primera quimioterapia roja, fueron cuatro y en la primera se le cayeron cabello, cejas, pestañas. Posteriormente le quitaron el seno y 17 ganglios.

Después de un mes y medio de drenado con una bombita me analizaron y me indicaron 12 quimios blancas, al concluir las quimios inicié con 35 radiaciones que no toleraba”.

Seis años tuvieron que pasar para que tocara la campana de la victoria pero sigue en vigilancia.

“Hoy no tomo ningún medicamento para el cáncer, sí me dejó secuelas muy fuertes como diabetes, hipertensión y linfedema en mi brazo, pero estoy con vida y feliz. Continúo en vigilancia, nunca la dan a una de alta”.


La maestra agradece a Dios por esta nueva oportunidad, así como por tener una familia, amigos y alumnos que la apoyaron en su crisis y enfermedad.

“Mi padre que acaba de morir, mi esposo, hijos, hermanos, primos, tíos y mis amigas y amigos que no me soltaron, eso me dio mucho ánimo, el hecho de sentirme querida y amada por tantas personas, mis alumnos, padres de familia, es algo que no se olvida y es muy importante para una paciente de cáncer”.

Mayté manda un mensaje: nunca perder la fe, tomar el medicamento, perder el miedo y la vergüenza de que nos vean los doctores y nunca rendirse.

Hoy sigue dando clase, es abuela y cuida a mis nietos, además trata de ayudar a personas que viven en este momento esta enfermedad.



"No sobrevivo, vivo cada día al máximo"

En el marco de la conmemoración del Día Internacional de lucha contra el Cáncer de Mama, el Instituto de Mujeres Tamaulipas ha publicado una serie de historias como la de Mayté, pero hay otras mujeres que han contado su historia y su lucha contra la enfermedad.

Es el caso de Aracely quien tiene 50 años. En 2016 le detectaron cáncer de mama metastásico etapa cuatro y relata que los primeros tres meses fueron de miedo, tristeza, enojo, desesperanza, pero después de darse ese tiempo de duelo, decidió disfrutar cada momento y cada cosa a mi alrededor.

Así vinieron 15 quimios, una mastectomía radical, 25 radios en el primer año y ya casi 5 años en tratamiento con todo lo que esto implicó.

“Un catéter puerto, perder el cabello, ascos, mareos, vómito, diarrea, neuropatía, perder un seno, dolor de espalda, fatiga, trastornos del sueño, acudir a urgencias varias veces, estar internada por los efectos de la quimio, por una trombosis que requirió una operación de corazón, problemas con piel, ojos, la memoria. Han sido años de revisiones mes tras mes, con sus respectivos estudios, quimios y terapia hormonal”.

Hoy señala que no es una guerrera, ni una luchadora, ni una superviviente, no está en guerra ni en lucha con nadie ni nada.

“Soy realista y sé que la mediana global de supervivencia de un cáncer metastásico es de 2 a 4 años. Así que mi realidad es que ya lo superé. 'Soy la excepción y no la regla'. Con eso me quedo y no soy una guerrera, ni una luchadora, ni una superviviente, no estoy en guerra ni en lucha con nadie ni nada. No sobrevivo, vivo cada día al máximo. Soy una mujer viviente con fe, esperanza”.



EAS

  • Milenio Digital
  • digital@milenio.com
  • Noticias, análisis, opinión, cultura, deportes y entretenimiento en México y el mundo.