Amparo Maricela Vera Arce recuerda que hace 14 años no tuvo miedo pese a estar desahuciada, tras recibir trasplantes de hígado y riñón esta paciente del Hospital de Especialidades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco habla de su experiencia, como la primera a la que le practicaron una intervención con esas características.
“Primero fueron los riñones, había que investigar por qué y el reumatólogo confirmó el diagnóstico. Empecé con la piel escamosa, me ponía crema y tenía una resequedad muy fuerte. Se inflamaron mis rodillas y el busto. El médico particular me dijo que me fuera al Seguro Social”, dice Vera Arce, quien en ese entonces tenía 44 años de edad, es madre de dos hijos.
La paciente fue hospitalizada por una grave peritonitis y luego sobrevino el lupus que provocó que riñón e hígado dejaran de funcionar.
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Los directivos del Hospital de Especialidades hicieron las gestiones necesarias. Gracias a un donante cadavérico y tras 13 horas de cirugía, se fue recuperando hasta continuar sus consultas hoy en día a casi un lustro del trasplante.
“Yo lo que quiero decir es que a las personas que estamos trasplantadas de cadáver realmente nos donaron vida. Se puede vivir a través de la donación, hay muchos en las listas de espera, sobre todo de riñón, de córnea, de corazón. Las familias que donan dan una nueva esperanza a los pacientes”, añadió.