Ruy López Ridaura, director general del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades, aseguró que los ácidos grasos trans de producción industrial (AGT-PI) son sustancias tóxicas y, como tales, deben eliminarse del consumo humano y con ello prevenir hasta un 10 por ciento de muertes cardiovasculares en el país, la primera causa de muerte con más de 141 mil 183.
La eliminación de los ácidos grasos trans de producción industrial, dijo, es evitaría más de 12 mil 740 decesos, además va a contribuir a un mayor control de enfermedades, no solo de hipertensión, también de diabetes.
En México, el 19 por ciento de mujeres y hombres de 30 a 69 años muere de enfermedades cardiovasculares, y se estima que el 70.3 por ciento de la población adulta vive con al menos un factor de riesgo cardiovascular como hipertensión (17 millones), diabetes (6 millones), obesidad y sobrepeso (35 millones) o dislipidemia (14 millones).
En 2019, Fabio Da Silva Gomes, experto de la OMS, con sede en Washington, recordó que los países de América establecieron el compromiso unánime para su eliminación en 2023, con el correspondiente monitoreo entre 2023 y 2025 para confirmar que, efectivamente, se aplicará tal medida. Los decesos por enfermedades coronarias se han incrementado hasta un 34 por ciento, destacó, pero también por otras causas relacionadas con el consumo de dichas sustancias nocivas.
Por ello, comentó el experto, la mejor opción regulatoria es prohibir totalmente el uso de los aceites parcialmente hidrogenados, que son la fuente principal a partir de la cual se elaboran las grasas trans de uso industrial, además de limitar al empleo de otros tipos de grasas trans a no más del dos por ciento del 100 por ciento de grasas utilizadas en la fabricación de alimentos.
“En 2020 teníamos en el continente 400 millones de personas protegidas ante el uso de AGT-PI y tal cantidad aumentó en 63 por ciento”, aclaró.
Alejandro Calvillo, dirigente de El Poder del Consumidor, destacó como labor a emprender la batalla contra la desinformación, que ha sido resultado de la manipulación corporativa que se mostró desde la mitad del siglo pasado, cuando se incrementaron notablemente los padecimientos cardiovasculares. Las industrias trataron de llamar más la atención sobre el consumo de azúcar y de grasas saturadas de origen animal, desviando la atención de las margarinas, que desde la segunda guerra mundial se utilizaron, que eran y son los productos que contienen más aceites parcialmente hidrogenados y otras grasas trans.
Por ello, llamó a los expertos a que tomen los AGT-PI como paradigma para estudiar en prospectiva cualquier tipo de aditivos que lleven los alimentos, a efecto de estimar el daño que podrán causar, lo que no se hizo en los cien años de uso que tienen los AGT-PI.
“La verdadera pandemia que se padece en el mundo es la enfermedad cardiovascular y en México desde hace veinte años ocupa el primer lugar como causa de muerte y enfermedad, como sucede en la mayoría de los países”, expresó Patricio Heriberto Ortiz Fernández, especialista del instituto Nacional de Cardiología.
Subrayó que la población está expuesta a ese padecimiento por el consumo de AGT-PI, por llevar, en general, una mala dieta y no tener hábitos de ejercicio diario. Aunque la principal causa de fallecimientos asociados al consumo de AGT-PI son los infartos al corazón, también están presentes en la diabetes y los accidentes vasculares cerebrales, que son la principal causa de discapacidad en adultos del país.
Apuntó que en México los padecimientos cardiovasculares duplican como causa de muerte los atribuibles a cáncer, y que México registra 728 años potenciales de vida perdidos por cada cien mil habitantes, muy por arriba del promedio que presentan los otros países de la OCDE.
“Es claro que en nuestro país podremos evitar la muerte de 12 mil 740 personas cada año si prospera la iniciativa que en breve se discutirá en el pleno del Senado para eliminar el uso de los aceites parcialmente hidrogenados y reducir al dos por ciento el empleo de otro tipo de grasas trans", afirmó Erick Antonio Ochoa, director de Salud Justa MX.
Dijo que el próximo jueves se sube a primera lectura la iniciativa presentada por la senadora Margarita Valdez Martínez otros senadores, subrayando que, de aprobarse esa iniciativa, se salvarán miles de vidas actuales y futuras en el país.
Actualmente, el país no cumple el conjunto de políticas recomendadas por la iniciativa REPLACE de la OMS, pero que con tal aprobación se podrían cumplir.
Entre los alimentos que más consume la población mexicana y que tienen mucho riesgo de contener AGT-PI están las frituras de maíz o las papas, los panes y galletas con relleno cremoso, los sustitutos de crema para café y la comida rápida, aseveró Víctor Villalobos, de la organización Prevenir Mx.
Destacó que la industria posee más información sobre los AGT-PI que los propios centros de investigación, y reconoció como un gran avance el establecimiento del sistema de etiquetado de alimentos en México en 2020, donde ya se informa del contenido de grasa trans en alimentos preenvasados, aunque dijo que será mejore prohibirlos, eliminarlos del proceso de fabricación de alimentos.
Agregó que muchas personas, con estudios superiores, inclusive, llegan a razonar en que, “si los AGT-PI fueran tan malos para la salud de las personas, entonces el gobierno ya los hubiera prohibido”, lo cual es del todo inexacto.
Delhi Trejo, de la Unicef, subrayó el hecho de que las instituciones y los especialistas necesitan emitir mensaje claros y entendibles dirigidos a los menores de edad, pero también entablar mejor comunicación con sus cuidadores, quienes por desconocimiento son los que los proveen de alimentos con aditivos tóxicos a niñas y niños, quienes van creando la habituación al consumo de productos con AGT-PI.
En este sentido, reprobó la manera en que durante la pandemia de covid-19 se ha incrementado el marketing dirigido a esa población para despertar la apetencia por frituras, pastelillos pizzas, hamburguesas, chocolates y bollería, principalmente en la televisión. Comentó que adolescentes consultados expresan que necesitan saber más sobre ciertos conceptos y términos que no comprenden, como el relacionado con las grasas trans.
LP