Una familia de California se presentó a su cita para vacunarse en una farmacia Rite Aid de un suburbio llamado Mission Hills a las afueras de Los Ángeles el pasado sábado 13 de marzo. Desafortunadamente, los administradores del lugar le negaron la vacuna a la madre, Graciela, de 55 años porque no pudo presentar una identificación emitida por el estado ni dar un número de seguridad social ya que es indocumentada.
La mujer mostró la Matrícula Consular que le emitió el consulado mexicano, pero no se la aceptaron. Ahora, Rite Aid ha dicho que fue “por error”.
“En esta distribución sin precedentes, habrá oportunidades para mejorar y estamos buscando esas oportunidades todos los días, dijo Chris Savarese, director de relaciones públicas de Rite Aid, a CNN a través de un comunicado. “En este caso, cometimos un error”.
Tanto la administración de Biden como el Departamento de Seguridad Nacional han dicho abiertamente que los migrantes indocumentados deben recibir la vacuna sin importar su estatus migratorio, añadiendo que las autoridades federales no harán arrestos en los centros de vacunación y sus alrededores.
“Cuando un cliente llega para su cita de vacunación, le pedimos una identificación para confirmar su cita,” dijo Savarese. “En caso de que el cliente no tenga una identificación, le sugerimos a nuestros empleados que no los manden a sus casas.”
El sitio web de Rite Aid dice que sin importar si se tiene seguro o Medicare, se debe presentar una identificación con fotografía a la cita. También dice “no será rechazado si no tiene una identificación con foto o seguro.”
La mujer, su esposo y su hijo esperaron semanas para conseguir sus citas. Trabajaban en un mercado de San Clarita, pero quedaron desempleados de diciembre a marzo por la pandemia. Se han visto muy afectados económicamente. Por suerte, el hijo, Sebastián, y sus dos hermanos han ayudado a sus padres y Graciela tiene un segundo empleo limpiando casas que también ha contribuido.
Aplicarse la vacuna anti covid-19 le daría paz a la familia mientras intentan generar ingresos, dijo Sebastián.
El esposo de Graciela, Alfredo, de 60 años sí pudo aplicarse la vacuna porque mostró una identificación emitida por California. Sebastián de 20 años la recibió desde enero ya que trabaja en una industria esencial.
“Honestamente, esta política es xenofóbica,” dijo el joven. “Tal vez ellos no estaban al tanto, pero creo que deberían saber que no todos tienen un número de seguro social y no todos tienen seguro médico. Todo lo que necesitaban era literalmente identificar a la persona… no necesitan un número de seguro social para rastrear a la persona.”
Sebastián se quedó con su mamá después del rechazo porque ella no podía parar de llorar.
“Mi mamá estaba muy enojada porque el técnico de la farmacia le dijo que no podía vacunarse básicamente en frente de todos y la gente estaba escuchando,” relató Sebastián.”
Rite Aid contactó a la familia el martes pasado por la tarde para disculparse y reagendar la cita de Graciela. Después de eso la familia se dirigió a otra sucursal de Rite Aid y la mujer recibió su primera dosis al fin.
“Aceptamos su disculpa, pero no nos vamos a quedar sentados y ver que siguen pasando estas disparidades”, dijo Sebastián. “Mi mamá y yo seguiremos levantando la voz sobre estos problemas. … Hemos recibido una vasta cantidad de mensajes de personas que han tenido las mismas experiencias con otras farmacias y en otros estados.”
pmm