Cynthia es a simple vista una niña. Sin embargo, ya es madre de una recién nacida y a sus 16 años recién cumplidos enfrentó un proceso amargo y doloroso en el Hospital Obstétrico de Pachuca de la Secretaría de Salud en donde, debido a complicaciones con su cesárea, tuvo una infección que la llevó a perder la matriz.
Su padre es Octavio, quien señala que en todo el proceso hubo desinformación y maltrato al paciente y a familiares, por lo que iniciaron una queja ante Derechos Humanos.
Fue en noviembre de 2021 cuando la familia se enteró del embarazo de Cynthia, quien tenía 15 años y decidió vivir con su pareja; al poco tiempo regresaron a la casa de la familia en la colonia La Loma de Pachuca, en donde Octavio vive con su pareja Olivia y dos hijos más.
Taxista de oficio y trabajador desde temprana hora, Octavio siempre brindó acompañamiento y apoyo a la menor, comenzando con los tratamientos y cuidados del embarazo. Recibió la atención primaria en el Centro de Salud de Tlapacoya y mantuvo un embarazo estable hasta el pasado mes de junio cuando comenzaron complicaciones.
Acudieron el 28 de junio a una primera urgencia en el Hospital Obstétrico de Pachuca en la colonia Piracantos –actualmente la sede de la clínica se ha mudado a la avenida Madero-, en donde fue atendida a las 16 horas y tras una larga espera por la dilatación, los médicos determinaron practicar la cesárea.
El 29 de junio nació Lillith, la bebé de Cynthia, luego de un proceso complicado. “Ya iba para parto normal, nació sin llorar y con pocas probabilidades de vida”, narra Octavio, quien afirma que su hija tenía 38 semanas de embarazo.
El 1 de julio le dan el alta médica del Obstétrico, pero su hija recién nacida tuvo que permanecer en observación, por lo que le pidieron acudir diario a alimentarla. Luego de tres días, la familia de Cynthia observa en ella dolores abdominales, olor proveniente de la herida de la cesárea y deciden volver al hospital.
El 5 de julio tras varios procedimientos, los médicos le dicen a Octavio que la herida estaba infectada por lo que debían volverla a intervenir con el riesgo de quitarle la matriz si se encontraba dañada.
Desde ese momento Octavio y su pareja Olivia, quienes estuvieron día y noche la exterior del hospital, comenzaron a pedir información, a buscar apoyo, a intentar hablar con las enfermeras, con doctores, con alguna autoridad que les explicara la situación.
La madrugada del 6 de agosto, a Cynthia le retiraron la matriz debido a una infección que nunca les fue aclarada a sus familiares hasta 48 horas después cuando Octavio buscó la atención de forma enérgica, pero solo recibió evasivas de una trabajadora social y del personal, por lo que ingresó un oficio a la dirección y la Secretaría de Salud en la que pidió respeto al derecho del paciente y a recibir información.
La queja surtió efecto cuando la subdirectora del Obstétrico acudió a verificar el caso de forma personal y se solicitó el traslado de Cynthia al Hospital General de Pachuca el 11 de julio.
En el traslado, su padre intentó ver le expediente clínico al cual nunca tuvo acceso y se le fue negado; tomó una foto y el conductor de la ambulancia le buscó arrebatar el teléfono.
Ya en el Hospital General, a Cynthia le indicaron que la debían volver a intervenir, debido a que no le quitaron el útero de forma adecuada y había residuos que estaban provocando una infección mayor.
El 12 de julio sale de nueva cuenta del quirófano y fue ingresada a terapia intensiva en donde permaneció por tres días, sin embargo, la infección no cedía. Tres semanas pasaron para que Cynthia pudiera estabilizarse, su familia gastó cerca de 40 mil pesos en tratamientos, y en ese lapso, su hija recién nacida tuvo que ser atendida en casa por su hermana mayor.
En entrevista, Cynthia señaló que no le dieron la información necesaria antes de hacerle el procedimiento de la matriz. “Realmente no me dijeron nada, solamente que iba a dejar de menstruar y ya”.
Respecto a al atención en el Obstétrico señala: “No fue tan buena, fue una atención no muy agradable”.
Octavio, el padre de Cynthia pide que se tomen cartas en el asunto, que Derechos Humanos y gobierno del estado puedan ver lo ocurrido y tratar de remediar el daño.
“Pedimos que tomen cartas en el asunto tanto Derechos Humanos con las autoridades para que esto que está pasando no les pasen a los demás. En realidad para nosotros fue una negligencia, hemos visto varios casos no somos el único, entonces pedimos que se tomen cartas en el asunto, más capacitación, más control, más gente de experiencia”, finalizó.