Conoce el 'Ajolotario Miquiztli Xolotl' en Pachuca, criadero con más de dos mil ejemplares

Ubicado en la Colonia Morelos, este criadero busca la preservación de la especie; aquí puedes aprender todo sobre los ajolotes

Ajolotario en Pachuca, en la colonia Morelos. (Especial)
Miriam López
Pachuca /

Todo empezó hace 6 años con dos ejemplares; dos pequeños ajolotes fueron el inicio de la gran aventura y experiencia que comparte Néstor García con los visitantes a este lugar, el ajolotario Miquiztli Xolotl, mismo que está abierto al público los días sábados.

Con el paso del tiempo los dos ajolotes con los que empezó su amor por esta especie animal fueron reproduciéndose y hoy en día ya son más de dos mil, entre crías y adultos, albergados en piletas y peceras con todos los cuidados que ellos necesitan para sobrevivir.

Los ajolotes están considerados como una especie en peligro de extinción debido al exterminio de su hábitat por parte de los humanos; en entrevista para Milenio, Néstor, creador de este ‘santuario’ dio a conocer que por ello nació la idea de cuidarlos y ayudar a que sigan procreándose, igualmente de informar a la gente sobre sus cuidados principales y hacer conciencia para así evitar que sigan muriendo.


“Todo nació por la necesidad de hacer conciencia ambiental a las personas, la importancia de conservar al ajolote y todo el sistema en el que vive, porque no somos conscientes de eso y estamos acabando con mucho. Tenemos que lograr su conservación y aquí tratamos de mantenerlos en las condiciones más cercanas a lo natural”, señaló. 

Este sitio ubicado en la colonia Morelos, conserva ajolotes de diversos tipos entre ellos el ajolote mexicano. Esta especie es originaria de Xochimilco y es un animal neoténico lo cual quiere decir que presenta caracteres larvarios durante todo su ciclo de vida, sin embargo, existe la posibilidad de que se transformen en una salamandra.


Por si no lo sabías, es importante mencionar que todos los ajolotes son salamandras. Es un animal muy particular que regala una sonrisa de oreja a oreja que hace juego con su cresta, la cual asemeja las plumas de Quetzalcóatl, como lo consideraban los ancestros.

Como es de esperarse, mantener un lugar conlleva además de tiempo de dinero, por lo cual cada visita programada tiene una cuota de recuperación de 60 pesos, con ello tendrás acceso a visitar el estanque y peceras para observar a los ejemplares, además de aprender mucho sobre ellos pues Néstor se encarga de compartir todos sus conocimientos sobre los anfibios.

“Sobretodo criamos los ejemplares negros que son los originales, para que no haya problema con su genética. Hay una cría controlada y es una actividad que requiere de mucho tiempo ya que su cuidado es constante, requieren filtros, bombas, oxigeno, estar al pendiente de ellos a la hora que manden”. 

Además se realizan diversas actividades como concursos; el último que se hizo fue de alebrijes; también hay venta de souvenirs como peluches y llaveros en forma de ajolote. Con el dinero recaudado se da mantenimiento a las peceras y se compra comida ya que los ajolotes son alimentados con una lombriz acuática especial que es traída para ellos desde Cuernavaca. 

“Se le da sobretodo a los más pequeños y se obtiene raspando a las orillas de los ríos, pero se debe lavar varias veces al día, se debe tener cuidado y yo lo lavo 3 veces al día para que se mantenga vivo y mantenerlo a la sombra fresca; esto es en cautiverio ya que en su estado natural el ajolote es un depredador, come mosquitos, acociles y otros pequeños insectos de su ecosistema”. 

Néstor menciona que en ocasiones se puede adoptar a alguno de los pequeños para llevarlos a casa y poder tenerlo como una mascota. 

Cabe mencionar que este ajolotario en la capital hidalguense es una PIMVS, nombre que la Semarnat da a los criaderos intensivos, viveros, jardines botánicos o similares que manejen vida silvestre de manera confinada con propósitos de reproducción controlada de especies o poblaciones para su aprovechamiento con fines comerciales, por lo que para las adopciones previamente se toma en cuenta que deben cumplirse con varios requerimientos y documentos ya que los ajolotes necesitan “personas comprometidas y que estén pendientes siempre de ellos responsablemente”; en sus peceras, que deben ser los suficientemente espaciosas, es necesario el oxígeno, agua siempre limpia, cierta temperatura y  debe tomarse en cuenta que no deben regalarse solo porque parecen lindos ya que se debe llevar un registro para no caer en un delito.

Para agendar una cita en el ajolotario en Pachuca se puede contactar por medio de la página de Facebook del mismo: Ajolotario Miquiztli Xolotl

Lo que debes saber sobre los ajolotes

El axolote (pronunciado Ajolote) también conocido como “Axolotl” en su nombre en náhuatl que significa “monstruo del agua” es originario del lago de Xochimilco, ubicado en la Ciudad de México.

Llega a medir hasta los 30 centímetros, aunque su tamaño medio es de 15 centímetros. Su color puede variar, suele ser negro (color original) o marrón moteado, aunque comúnmente también se pueden encontrar albinas y blancas, especialmente en especies criadas en cautiverio.

Cada uno tiene su propia personalidad y pueden llegar a conectar con las personas ya que tienen la capacidad de distinguir a los humanos que los alimentan y cuidan.

El ajolote tiene cuatro tipos de respiración: la cutánea, pulmonar, bronquial y bucofaríngea.

Es legal tener un ajolote como mascota en tu casa siempre y cuando su procedencia sea de un criadero, mismos que se encuentran facultados y registrados ante la Semarnat.

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