Laura Sánchez Pérez es la creadora de “Mercadito efímero”, una marca con enfoque holístico. Ella es psicóloga de profesión, lo cual le llevó al tratamiento y terapias con sus pacientes y de ahí a abordar e incorporar temas como aromaterapia, músicoterapia y algunas otras alternativas. Así surgió su emprendimiento, en el cual ofrece complementos para poder generar en sus pacientes un equilibrio físico, emocional y espiritual. Ahí es donde entra la parte holística.
“Siempre necesitamos creer en algo, no necesariamente tiene que ser una religión, sino tener algo de fe en algo, entonces la parte holística nos ayuda a poder relajarnos a poder estar en contacto con nosotros mismos”.
En “Mercadito efímero” también elaboran artículos y cosas, como cremas, cuya idea surgió debido a que su papá es diabético y no puede hacer uso de algunos productos por sus componentes y algunos químicos y ciertas fórmulas, entonces decidió experimentar con los aceites esenciales usados en aromaterapia con sus pacientes y ello le ayudó a crear una fórmula bastante ligera tanto para rostro como para cuerpo y se absorbe de forma muy rápida sin dañar ni la piel ni a la persona.
“De ahí se desencadenaron algunas otras cosas, como jabones, champús y perfumes artesanales, y una cosa llevó a la otra y me metí más en el tema entre esotérico-holístico con el asunto de los cuarzos y el encontrar justamente esa parte del equilibrio emocional y espiritual me lleva a conocer un poco más sobre el yoga, los chakras y entonces todos los cuarzos que manejamos tratamos de que vayan con ese enfoque: dirigidos hacia la persona y el equilibrio que pueda tener para poder trabajar algo en particular”.
Ahí no para todo, pues por si fuera poco, también elaboran perfumes artesanales, basados en mezclas de aceites naturales con aceites esenciales y con algunos macerados de plantas o flores, con el apoyo claro está de los otros dos miembros en la tripulación de este proyecto: sus padres.
Espiritualidad y experiencia
Para Laura, este tipo de terapias siempre traerá reacciones positivas y negativas y ha aprendido a lidiar con ello: “la gente te va a atacar por una u otra razón (…), y es válido al final del día, tú puedes creer o no creer y obviamente mientras tú creas y confíes en algo te va a servir. A las personas que llegan con esa actitud les doy las gracias por estar y que se retiren; ellos no son mi mercado, mi mercado es la gente que sí le interesa el conocer”.
Eso le sucede con los sahumerios, atados de plantas medicinales y sagradas conocidos y usados por las anteriores generaciones. Últimamente, dice, ha habido un “boom” de todo lo natural, de regresar al origen y, desde su perspectiva, la pandemia ayudó a retomar cosas naturales: “la gente ya se volvió mucho más abierta y eso lo he notado; previo a la pandemia eran más recelosos, pero con la pandemia, en mi caso, se ha vuelto mucho más abierta la gente a escuchar y a conocer algo natural”.
Aunque no ha habido un incremento en ventas, reitera, el acercamiento de la gente implica la posibilidad de más comercio.
“Si complementas las cosas, hay medicinas que nos sirven al organismo y nos afectan de otra forma, pero sí complementas algo natural con algo creado por el hombre, pues de alguna manera te va a servir, ni descartar al 100 por ciento uno ni descartar el otro, pero sí haces un buen complemento y una buena sinergia como en todo, creo que nos va a ayudar para poder estar en un cuerpo sano y una mente sana que al final es lo que todos buscamos”.
La fuerza de la tierra
En lo relacionado con los cuarzos, muchas veces la gente llega cuando ya tuvo alguna vivencia o algún contacto con ellos, se dan la oportunidad de conocer algo nuevo y hay un primer contacto con la terapia alternativa y “ahí es donde nosotros entramos”.
Los cuarzos, dice, vienen de la tierra y ella es una proveedora: siempre nos va a proveer de energía y esta a su vez nos va a ayudar, nos va a conectar con nosotros mismos, con la madre naturaleza y hacia los demás”.
La bibliografía sobre el tema es amplia, a favor y en contra, pero se debe entender algo: “justamente todo lo que viene de la tierra, todos, somos energía; entonces, un cuarzo que viene de la tierra es energía y esto forma parte del aprendizaje, el meterte a los libros, el conocer”.
“Mercadito efímero” obtiene los cuarzos de una mina en Zacatecas y con los mineros de allá y los de Real del Monte acá, son quienes les cuentan y comparten mucho de su sabiduría ancestral.
Explica que las piedras se rigen por el tema lunar o solar, en especial la primera, “la luna es uno de los astros que más fuerza nos brinda, entonces sus cuatro fases principales nos van a ayudar para poder intencionar nuestras piedras, siempre sugiero que un cuarzo lo limpiemos en luna llena para quitarle todas las energías negativas que ha absorbido. Hay que dejarlo en una macetita toda la noche y al otro día lo sacamos y limpiamos con un pañito y otra forma es con una varita de incienso con el humito, y o bien, la más conocida pero que no resulta tan conveniente para todos los cuarzos es en un vasito con agua con de grano dejarlo a la luz de la luna para que se limpie y se purifique, aunque hay que saber que no todos los cuarzos pueden tocar el agua porque por su composición física podrían deshacerse, como la pirita u otros, que se pueden dañar al tocar el agua o la sal”.
Lo cierto, dice Laura, es que “el cuarzo nos elige a nosotros, no nosotros a él, entonces yo lo que sugiero que lo elijan por intuición: el cuarzo que más te llama la atención es el cuarzo que en ese momento necesitas porque es el que te va a proteger, el que vas a trabajar”.
El cuarzo puede ser usado en meditaciones, terapias reiki, para enfrentar dolores físicos, protección energética, y los podemos cargar en el monedero, la mochila, la cartera, traerlo como un dije porque al final del día la acción del cuarzos es ofrecer protección energética y repeler todas esas energías relativas que nos están enviando o estamos recibiendo.