Bicicletas, triciclos, alacenas, kioscos, relojes, puestos de periódicos y una serie de objetos y muebles fueron realizadas a escala por María Guadalupe Becerra Fierro, quien es una mujer de la tercera edad que logró huir de la ansiedad de no poder continuar con la vida activa que tenía antes de que la pandemia se estacionara en Hidalgo.
Todo comenzó cuando ella era una niña, le llamaban la atención los objetos a escala, pero a pesar de su pasión por realizar detalles únicos a cada creación, estudió enfermería y realizó varios cursos en su juventud, pero su amor por la vida y entusiasmo por no quedarse en un solo lugar, la ha llevado a irse a trabajar a Estados Unidos, a seguir con su profesión de la que ahora está jubilada, y ante el confinamiento, le dedicó gran tiempo a una de sus mayores pasiones: hacer objetos a escala.
"Yo siempre les hacía a mis sobrinos las maquetas que les pedían en la escuela, desde ahí supe que era y seguía siendo una de mis pasiones, así que en confinamiento, una de mis sobrinas me retó a hacer un reloj cucú a escala, me motivó y fue el primer objeto en realizar, junto con otro reloj.
"Me sentía estresada y con ansiedad cuando llegó la pandemia, porque me retiraron de mi vida cotidiana, siempre he sido activa, así que eso me ayudó a liberarme y a crear, me gusta ser una mujer productiva y no paro, mucho menos me iba a detener el covid-19, no le tengo miedo, pero hay que prevenir y ya me vacuné", expresa.
Hace años atrás fue intervenida de sus ojos por padecimiento de cataratas, y a pesar de ello, realiza a detalle cada accesorio que lleva consigo las creaciones que realiza. Si es una alacena, cada cajón se abre y contienen elementos delicados y sutiles, que permite el asombro de quienes ven a detalle su trabajo.
"No me dejé vencer por la pandemia, ni por el encierro, y nada de lo que hago se me hace complicado y reciclo muchas cosas, como cajas de leche, adquiero material que requiero para realizar cada una de estas creaciones, como papel de colores, de diferentes texturas, cartoncillo y cartulinas, pero siempre estoy creando", explica.
Y es que María Guadalupe también es aficionada a la gastronomía, así que ahora que ya tiene mayor movilidad, acude a sus clases donde ha aprendido a realizar comidas española, italiana o china, "así que mi familia es con quien practico y ella encantada, porque me sale bien también lo de la cocina", dice.
Pero esta pasión por la vida, por no permitir que la edad sea un impedimento para seguir aprendiendo, la ha llevado a realizar también diversas mermeladas, salsas y antes de dormir, juega una partida de dominó en su teléfono, "y le voy ganando a la computadora, pero me encanta andar activa, que mi mente trabajé y así me siento sana, despierta y con ganas de seguir amando la vida", señala.
Tiene 70 años, "pero no me siento de esa edad, porque hago muchas actividades y es por eso que les digo a las y los jóvenes que se dediquen a realizar su pasión, mantener su mente productiva, que amen la vida, a su familia, porque sólo así logramos amarnos a nosotros mismos.
"Si me sintiera de la edad que tengo no haría nada y sé que mientras hago las cosas que me gustan, me siento con más ánimo y fuerza para seguir disfrutando la vida", concluye con una sonrisa.