La Arquidiócesis de Tulancingo se sumó a la Jornada de Oración por la Paz promovida por la Iglesia en México.
Al pie del monumento a Cristo Rey, Monseñor Domingo Díaz Martínez presidió la misa ante más de 300 personas que marcharon por la paz.
En su mensaje, Díaz Martínez llamó a hacer oración por la paz, porque solo Dios “hace oír a los sordos, hace ver a los ciegos y hace hablar a los mudos”.
Reflexionó sobre la realidad a la que se enfrenta México: “Los gritos de dolor de tanta gente que sufre a causa de la violencia, los reclamos de los amenazados, maltratados, mal pagados, engañados y marginados; los afectados por tanta impunidad”.
Al mediodía de este sábado, reunidos tras peregrinar desde la parroquia de La Asunción, personas de la tercera edad, jóvenes, niñas y niños fueron llamados a hacer oración a Cristo Rey.
“Estamos aquí para pedirle a Cristo Rey haga ver a los ciegos: vean la pobreza cada día mayor en nuestro México; vean las grandes cifras de los muertos y los desaparecidos; vean las noticias que nos hablan de extorsiones, amenazas, asaltos y levantones”, enfatizó el líder religioso.
Con vestimenta blanca, banderolas y cartulinas con mensajes de paz, familias enteras escucharon el llamado a orar por la paz, en especial por aquellos que “conocen la verdad y no dicen nada, los agentes de maldad, los que ven las injusticias y no dicen nada”.
Díaz Martínez atribuyó el silencio entre la población al temor que existe para hablar, “ya sea por miedo o por alguna otra causa. ¡Hay mucho silencio!”.
Aseguró que los católicos “somos inmensa mayoría, pero parece que muchos estamos callados, estamos mudos. Necesitamos hablar de las grandes verdades, necesitamos hablar del Señor Jesús”, remarcó.
Finalmente, lanzó un llamado especial a la juventud, a orar por la paz en México: “Queremos una vida más digna y queremos vivir más contentos”, concluyó.