Cuántos que llegan al poder se convierten en sátrapas: arzobispo de Monterrey

Monseñor Rogelio Cabrera ve al ejercicio político como pararse al filo de una navaja, si no se asume conscientemente como un servicio.

El arzobispo Rogelio Cabrera López. Foto: Especial
Eduardo Mendieta Sánchez
Monterrey /

El arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, cuestionó a aquellos que buscan el poder por el poder, que llegan a convertirse en sátrapas, dictadores, asesinos y ladrones, pero mencionó que hay quienes también aman al pueblo y saben respetarlo.

En su misa dominical, el también presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano señaló que es lícito buscar un cargo público o gobernar, al igual que aspirar a tener una responsabilidad en la Iglesia.

Sin embargo, agregó, la persona debe asumir conscientemente que es un servicio muy difícil de distinguir, con un límite complicado.

"Es lícito, es correcto, querer tener un cargo público, gobernar; es lícito aspirar a tener una responsabilidad en la Iglesia, pero cuando se busca esto, ser consciente que se pone uno como en el filo de una navaja, puede ser que busques el poder por el poder o también que asumas conscientemente que es un servicio, muy difícil de distinguirlo, es como un límite complicado.
"Cuántos que llegan al poder se convierten en sátrapas, en dictadores, en asesinos, en ladrones, pero también aquellos que aman al pueblo saben que tienen que respetar, que no son dueños de la comunidad, que no son los dueños de los bienes que le pertenecen al pueblo", dijo.

Cabrera López indicó que es muy fácil brincar ese límite y Jesús por eso les dice a sus apóstoles, el que quiera ser grande que sea servidor, el que quiera ser el primero, que sea esclavo.

"Fíjense cómo presenta Jesús las cosas, esos aumentativos humanos: Quiero ser el más grande, quiero ser el primero; Jesús pone los diminutos: si quieres ser grande debe ser el servidor, si quieres el primero, tienes que ser el esclavo", dijo.