Invita arzobispo de Monterrey a reflexionar sobre Independencia de México

Monseñor Rogelio Cabrera llama a los ciudadanos a renovar su compromiso por construir la unidad desde la diversidad.

Rogelio Cabrera dio su mensaje dominical esta mañana.
Eduardo Mendieta Sánchez
Monterrey /

Al celebrarse el Bicentenario de la Independencia de México, el arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, señaló que en comunión con los obispos del país, desea unirse a quienes, especializados en la investigación histórica, reflexionen sobre este hecho que ha marcado al pueblo mexicano.

En su mensaje dominical, el también presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, dijo que en este tiempo la crisis sanitaria y económica por la que atraviesa el país, y el mundo entero, lleva a buscar fortalecer nuestra identidad y nuestro destino como pueblo mexicano.

“Es urgente que todos los habitantes de esta nación renovemos el compromiso de seguir construyendo la unidad desde la diversidad de formas de vida, costumbres e incluso visiones divergentes, mostrándonos, en todo momento, disponibles a contribuir al bien común con justicia e igualdad.

"Esta celebración debemos entenderla como una obra colectiva del pueblo que buscaba su independencia, su unidad e igualdad, nunca como el resultado de una acción individual", señaló.

Cabrera López indicó que ha sido la suma de esfuerzos, ideales y pensamientos los que lograron que el sueño anhelado se hiciera realidad.

"No debemos pensar que en la individualidad es como lograremos el cumplimiento de los objetivos que procuran el bien común, siempre será necesario el dialogar de forma pacífica, escuchándonos y respetándonos, llegando a conclusiones que a todos favorezcan y que no solo hagan realizarse a unos cuantos.

“La forma inteligente, oportuna, eficaz, realista y prudente con que se consiguió la consumación de nuestra independencia, mediante este modo de ser libres, debe alentarnos hoy a todos para esforzarnos en el camino de la unidad, del acuerdo, de la paz, del respeto a la Constitución, y de la igualdad. Es la gran lección que debemos aprender del proceso culminado hace precisamente 200 años.", dijo el arzobispo de Monterrey.