El arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, pidió a Dios por la ciudad de Monterrey y los regiomontanos para que en conjunto con las autoridades se logre disminuir la violencia.
En su tradicional mensaje dominical, pero ahora dirigido desde Roma, el también presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano aprovechó para recordar y festejar la fundación de la ciudad metropolitana de Nuestra Señora de Monterrey a cargo de Don Diego de Montemayor el 20 de septiembre de 1596.
"En este momento debemos afrontar la escasez de agua y la crisis de violencia por la cual atraviesa nuestro país y nuestro estado; debemos realizar un trabajo conjunto con las autoridades para que disminuya la violencia y logremos vivir en paz y armonía.
"Hagamos un esfuerzo en comunión participando todos en la denuncia de aquellos delitos que lastiman al pueblo; pidamos a Dios por nuestra ciudad, por todos sus habitantes y por nuestras autoridades para que puestos bajo el amparo de Nuestra Señora de Monterrey, cuya imagen se venera en el altar principal de nuestra Catedral, sigamos creciendo y desarrollándonos como una comunidad generosa que no cierra su corazón al progreso, sino que se compromete a cumplir con el anhelo de aquellos que la fundaron hace muchos años", dijo.
Cabrera López indicó que como arzobispo de Monterrey ha sido testigo de la grande hospitalidad que he recibido desde el momento de su llegada a servir a esta comunidad católica.
"Como miembros de esta sociedad, debemos seguir haciendo presentes los valores que han marcado a las familias y que manifiestan el no dejarse vencer por las adversidades que se han tenido que enfrentar a lo largo de los años", comentó.