El arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, se sumó al clamor de las familias que sufren la muerte o desaparición de un ser querido, en especial a las de las jóvenes Debanhi y María Fernanda, casos que han conmovido a Nuevo León y al país.
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En su tradicional mensaje dominical, el también presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, pidió sensibilidad a las autoridades del estado en este tipo de casos donde se involucra la desaparición de una mujer.
"Como pastor de esta iglesia me sumo al sufrimiento de los padres y madres, hermanos y hermanas, abuelos y todos los miembros de las familias que transitan el difícil camino del dolor y desesperación, pidiendo que se haga realidad el anhelo de justicia ante la desaparición o muerte de sus seres queridos.
"Me refiero de modo especial a Debanhi y María Fernanda, a quienes tenemos presentes siempre en nuestro corazón y oración, manifestó.
Es necesario, agregó, que las autoridades y las instituciones y quienes integran la sociedad hagan un ejercicio de unidad en pro de los más débiles y sobre todo en la procuración del bien común, justicia y seguridad pública.
Después de 13 días de búsqueda, la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León encontró el jueves pasado el cuerpo sin vida de Debanhi Escobar, de 18 años, en el interior de una cisterna abandonada en el motel Nueva Castilla, a unos metros del lugar donde desapareció.