Ivonne, a quien sus clientes llaman “güera”, dice que fue su mamá, doña Ventura, quien la enseñó a hacer chalupas, que puso su puesto hace 13 años porque su hija, Brenda, estaba por entrar a la universidad y hacía falta un ingreso extra para sus estudios.
Así comenzó a vender chalupas en su casa, en un local de la planta baja, en el centro de Pachuca, el platillo típico de la ciudad generaba inversión e ingresos rápidos.
“Mucha gente me decía que guisaba muy rico, que tenía muy buena sazón en la comida y de ahí salió que decidimos poner un negocio de comida”, cuenta. El color de su piel y el de su hija las delata. Del apelativo de su hija surgió el nombre del puesto: Cenaduría la Güera.
Ivonne dice que su mamá la enseñó a cocinar, que le llamaba por teléfono para preguntarle cómo hacía tal o cual comida y ella le decía, después de prepararla, que le quedaba sabrosa. Invitaba a comer a sus sobrinos y ellos confirmaban las palabras de su madre: “tía las chalupas te quedan muy ricas”.
Fueron sus sobrinos quienes también la animaron a poner un puesto e Ivonne lo vio como una oportunidad. Cuenta que desde que lo abrió, a la fecha, ha tenido muy buena respuesta de sus clientes y eso la anima a seguir pues reconoce que también es un trabajo pesado.
-¿Recuerda cómo fue el primer día en que inició con su puesto de chalupas?
-Sí. Ríe.
-¿Cómo lo recuerda?
-Fue como un boom porque sí tuvimos demasiada venta, ese día me acuerdo perfectamente que compramos dos lechugas, un kilo de tomate, cosas muy mínimas porque no dimensionamos cómo iba a ser nuestra venta y afortunadamente desde el primer día vendimos demasiado.
-¿Qué día abrió?
-Fue en julio, no recuerdo la fecha, fue un viernes y de ahí para acá se nos hizo imposible cerrar porque tuvimos muy buena aceptación de los vecinos, de los conocidos, de la familia, de los amigos.
En la chalupa, explica Ivonne, lo principal y lo básico es la manteca, la papa, la cebolla, la lechuga, el queso, el rábano, el pollo, la tortilla pequeña y la salsa verde.
-¿Una buena chalupa cómo debe de saber?
-Principalmente como que a cebollita y a salsita.
-¿Quiénes son sus principales clientes?
-Creo que los vecinos de la colonia.
-¿Cuál cree que es la importancia de la chalupa al ser una tradición culinaria en la ciudad?
-Es parte de nuestra gastronomía y la herencia de nuestros padres de seguir deleitando antojitos mexicanos como este.
-¿Qué experiencia le ha dejado la venta de chalupas?
-Yo creo que principalmente la unión familiar porque es un negocio totalmente familiar, lo trabaja mi hija, mi esposo nos apoya con las compras, tenemos una familia muy unida.
En “Cenaduría la Güera” los clientes pueden encontrar además de las chalupas, pozole rojo, tostadas de pata, pastel helado, flan, pastel de limón, hígado, huevo preparado, mollejas, quesadas, pambazos de pollo, pambazos combinados, adobados, pambazo especial con dos chalupas dentro. El puesto abre viernes, sábado y domingo y se ubica en la calle Moctezuma, número 104, en la colonia centro de Pachuca.
Aunque el precio de las chalupas en algunos sitios es barato Ivonne señala que el negocio es rentable y afirma que ello deriva de la aceptación de sus clientes a quienes les ha gustado la oferta de su cenaduría.
-¿Qué días tiene más venta?
-Los viernes y los sábados.
-¿Qué significa para usted vender chalupas?
-La verdad es una satisfacción muy grande porque los clientes vienen, comen y me dicen: oye güera qué rico está esto y sobre todo la calidad que le ponemos a nuestros alimentos.
En su pequeño local ha tenido clientes árabes, una joven de Rusia que llevó a toda su familia a comer chalupas. Ivonne dice que esa es la parte más importante con la que se queda de su negocio: la satisfacción de la gente al probar sus antojitos.
-¿Qué le dice la gente cuando prueba sus chalupas?
-Que están deliciosas, que están muy buenas, que son las mejores de Pachuca.
-¿Hasta cuándo las seguirá preparando doña güera?
-Hasta que Dios me preste vida, hasta que yo pueda estar al frente de mi negocio y pueda seguir ofreciendo la calidad y el buen servicio que hasta hoy nos distingue.