Agustín Ventura Hernández dice que el objetivo del Colectivo Ruta Arqueológica Minera, nacido en enero de 2021, es visibilizar los procesos de la minería en Pachuca y sus consecuencias como el daño a la salud de los mineros, la arquitectura que moldeó la ciudad y los vestigios que dejó.
Cuenta que los fundadores son él y el arquitecto Miguel Lazcano Benítez y entre sus actividades, junto con el Colectivo Cooperativa Visual, están la conmemoración del incendio de la mina del Bordo, caminar la ciudad y el territorio del antiguo distrito minero de Pachuca y mostrar a la población los hitos históricos de la capital hidalguense y su arquitectura.
El Colectivo Ruta Arqueológica Minera realiza recorridos por las minas de San Buenaventura, la mina Dinamita, mina dos Peñas, mina el Paraíso, la mina Escandón y comparten con las personas los hitos históricos del incendio de la mina del Bordo, el panteón de los quemados que está en el barrio el Bordo así como el proceso industrial minero de Pachuca.
Primer proyecto de la ruta minera en Pachuca
Ruta Arqueológica Minera (RAM) era un programa del Ayuntamiento de Pachuca en la administración de Yolanda Tellería Beltrán (2019), sin embargo, no era parte de ningún área administrativa de la presidencia municipal.
Su finalidad era canalizar a las distintas áreas y secretarías del Ayuntamiento los problemas de marginación y servicios básicos de los barrios del antiguo distrito minero de Pachuca, que contempla el barrio del Bordo, Camelia y San Miguel Cerezo y fueran incluidos en las políticas públicas del municipio.
Sin embargo, con la llegada del gobierno municipal de Sergio Baños Rubio, el programa, al no formar parte de ninguna secretaría, desapareció y sus integrantes fueron despedidos.
“No quisieron reactivar el programa, desde que se terminó la administración de Yolanda Tellería decidimos mejor convertirnos en Colectivo para seguir apoyando a esas tres comunidades”, cuenta Agustín Ventura.
Dice que en las primeras etapas del programa se apoyó a San Miguel Cerezo y Camelia y al final el Bordo con el memorial de los mineros fallecidos el 10 de marzo de 1920.
“Cuando decidimos convertirnos en Colectivo y no esperar a que nos abriera las puertas el presidente Sergio Baños decidimos estar en el Bordo porque ahí ya teníamos trabajo hecho con la cohesión social de los vecinos y el delegado Roberto Salinas”, precisa.
Cuenta que en el Bordo se realizan actividades que dan muestra del patrimonio histórico y cultural que tiene el barrio pero haciendo partícipe a su población en donde ellos deciden qué se hace y qué no a través de una asamblea.
El Bordo está a las faldas del cerro de San Cristóbal, dentro de su territorio sucedió el hecho histórico de la mina que toma su nombre del barrio en donde murieron 87 mineros tras un incendio y tiene vestigios mineros como un malacate, un tambor de máquina con el que se jalaba la canastilla, el antiguo camino Real y la ex hacienda de San Buenaventura.
“Por asamblea se determinó realizar caminatas cada mes, nosotros dividimos en dos fases las caminatas: la caminata histórica que es mencionarle a las personas todos los sitios históricos sobre el antiguo camino Real; la segunda es pasar solamente por un sitio del camino Real y llevarlos hasta la barranca y ahí se recogen cuarzos”, explica.
Agustín celebra que a dos años de la creación del Colectivo Ruta Arqueológica Mineral hay más colectivos que también han emprendido actividades para caminar la ciudad sobre el antiguo distrito minero y hablar de los hitos históricos de la capital hidalguense.
-La importancia del Colectivo es contar la historia para que no se olvide y no se repita.
La Ruta Arqueológica Minera comprende los barrios fundacionales del antiguo distrito minero de Pachuca, entre ellos Camelia, una zona industrial desde el siglo XVI hasta el XXI, la Mina de San Juan y la ex Hacienda de Loreto.
El plan original era iniciar visitas turísticas desde el Centro Histórico hacia los barrios altos como El Arbolito, San Nicolás y La Españita, hasta llegar a las comunidades donde se hace un esfuerzo para resolver problemáticas como vulnerabilidad e inseguridad.
Durante las investigaciones fueron encontrados más de 500 vestigios sobre minas que estuvieron vivas, y se observó el gran potencial para ofrecer a los visitantes.