Al noreste de la ciudad de Pachuca se encuentra la comunidad de San Bartolo, en ella se levanta, salpicado de casas en obra negra, el cerro de la cruz y sobre él descansa la capilla del Tepeyac.
¿Cómo llegar?
Para llegar hasta ella hay que tomar la calle Mariano Abasolo, luego subir por la calzada Veracruz hasta la avenida Sonora, ya en la colonia San Bartolo, seguir por la calle Aguascalientes y por último comenzar a subir por la calle Tepeyac que da el nombre a la capilla.
Aquí la calle comienza a hacerse empinada de a poco, entre casas, tiendas, autos estacionados, motocicletas que suben y bajan, perros que todo lo ven y que ladran solo cuando es necesario.
La falda del cerro hace que el camino se eleve y cerca de la mitad comience a verse la ciudad, casas pequeñas, una cancha de béisbol y el Centro de Reinserción Social con sus torres de seguridad alrededor.
La civilización comienza a quedar atrás durante la subida hasta llegar a un área plana donde se encuentran las últimas casas y la última subida en terracería antes de llegar a lo más alto del cerro.
Ya en la cima se encuentra la capilla del Tepeyac, flanqueada por una enorme cruz de metal blanca y al otro lado una cruz de manera que se levanta sobre el suelo de piedra y hierba seca.
El mirador
Frente a la capilla, pintada de blanco y azul, hay un mirador con barandal y piso de loseta en el que se observa la ciudad hundida entre cerros, casas, carreteras, más cerros y unos cuántos árboles.
En su interior hay imágenes de la Virgen de Guadalupe, de Jesucristo y floreros vacíos formados en fila junto a las paredes, todo detrás de una puerta que impide el paso.
En la parte alta de la capilla hay una placa en la que las letras han perdido su color y aún así se alcanza a leer: “esta capilla fue construida en 1949 y terminada en 1952 por varias personas de buena voluntad católica. El Tepeyac”.
Al anochecer se encienden los focos que tiene en lo alto, el viento sopla con fuerza y la ciudad se ilumina entre las luces de las casas y los automóviles. La capilla, silenciosa, vigila desde lo alto la capital hidalguense.