Pese al aumento en dinamismo de la economía de Nuevo León, la ocupación en el sector informal creció por encima de la formal.
En los últimos cinco años el número de personas ocupadas en el sector informal creció 17.8 por ciento en el estado, según lo indica un análisis de Coparmex Nuevo León, con datos de la encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi.
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Mientras que la ocupación en el sector formal lo hizo en 15.1 por ciento en el mismo periodo.
En el primer trimestre de 2018 había en Nuevo León 875 mil 282 personas ocupadas –asalariados, empleadores, trabajadores por cuenta propia– en el sector informal. En el mismo periodo de 2023 son un millón 030 mil 806 personas.
Cecilia Carrillo López, directora de Coparmex Nuevo León, manifestó su preocupación de que la ocupación informal lejos de reducirse, vaya en aumento en el estado.
La informalidad significa competencia desleal para el sector formal, detalló, también trabajadores sin prestaciones laborales como seguridad social, servicio de salud y evasión de impuestos.
“Lo que más nos llama la atención es el aumento que registra el sector empleador (en la informalidad). Sabemos que muchos de los emprendimientos nacen en la informalidad, es importante ayudarles a esos nuevos empleadores a pasar a la formalidad, porque es la mejor manera de hacer crecer y mantener un negocio.
“Es innegable la excesiva normatividad y aumento en costos laborales que padecen los patrones en el sector formal”, indicó la directora de Coparmex.
Este 2023, los patrones tienen una mayor carga laboral al asumir mayores costos por tema de vacaciones y de la seguridad social, además de lo que han significado las revisiones salariales ante un entorno de alta inflación, agregó.
Y es que la ocupación informal que registró la mayor tasa de crecimiento en los últimos cinco años, dentro de sector informal, fue la de empleadores en 108.8 por ciento. De haber en 2018 un total de 29 mil 219 personas que dijeron ser empleadores, este año ese número aumentó a 61 mil 009.
En el renglón de trabajadores subordinados, el de asalariados –trabajadores bajo órdenes de un patrón y con un salario asignado– el crecimiento fue de 9.9 por ciento.
Mientras que el de trabajadores subordinados con percepciones no salariales, todas aquellas personas que en el desempeño de su actividad reconocen depender de un jefe o superior, pero sin recibir un salario como forma de pago, percibiendo otras modalidades tales como comisiones, honorarios, destajo, propinas, entre otras, creció 54.2 por ciento, de 23 mil 627 a 36 mil 438 en los últimos cinco años.