Disciplina, paciencia y constancia, ingredientes básicos en el emprendimiento de Anahí

El objetivo del emprendimiento de Anahí es contar historias en objetos de uso cotidiano

Anni ha hecho de la ilustración su forma de vida. (Alejandro Evaristo)
Alejandro Evaristo
Pachuca /

Anahi Pérez es ilustradora y diseñadora gráfica con un emprendimiento de alrededor de 10 años en el que su objetivo ha sido el contar historias en objetos de uso cotidiano en los que la gente pueda encontrar frases, motivaciones, recordatorios lindos durante el día.

“Cuando egresé de la carrera probé en varios trabajos, pero como hice especialidad en diseño publicitario, no me hallé, no era mi mundo; como a mí siempre me ha gustado dibujar, desde que egresé de la carrera busqué la manera. En un principio no sabía, no tenía claro qué era lo que quería, todo se fue dando de una forma muy orgánica, no lo tenía muy claro, pero cuando empecé a buscar trabajo y encontrar mi lugar , no lo hallé”.
Anahí es emprendedora desde hace 10 años. (Alejandro Evaristo)

Durante la pandemia, contrario a otras historias, Anni logró encontrar un nicho que le permitió mantener su emprendimiento y continuar haciendo lo que más le gusta: ilustraciones, así que decidió hacer retratos ilustrados y, contrario a lo que pasó con otras creadores fue cuando logró tener mayor alcance, incluso en el exterior del país, pues su trabajo ha llegado a sitios como Nueva York, Ecuador y Suiza…

La historia

Mejor conocida en el ámbito creativo y artístico como “Anni Ilustra” (así la pueden encontrar en sus redes sociales), estudió diseño gráfico en el Instituto Tecnológico Latinoamericano, aunque se dedica a la ilustración.

Egresó hace 10 años de la carrera y disfruta al máximo dibujar mujeres, animales y la naturaleza, de hecho son sus referentes: “me gusta siempre hablar de ellos a través de mi trabajo, me gusta contagiar ideas que hablen acerca del cuidado de la naturaleza y de nuestro mundo”.

Para el desarrollo de su trabajo como emprendedora emplea técnicas análogas. Empieza con trazos regulares a mano, luego digitaliza el resultado y posteriormente agrega el color en la computadora para crear diseños que luego ubica en bolsas, loncheras y calcomanías, entre otros productos que ofrece, aunque también hay varios hechos en su totalidad por ella, como la joyería (aretes, pines y collares, especialmente), que los hace completamente a mano.

“Anni Ilustra”. (Alejandro Evaristo)

Anni ha hecho de la ilustración su forma de vida y lo hace con gusto, al igual que su otra actividad, pues también trabaja para las infancias e imparte talleres a niños desde hace aproximadamente un año, cuando empezó el proyecto con su hermana, quien estudió Ciencias de la educación, y con quien decidió unir talentos para llevar talleres de arte a los pequeños en los lugares donde les inviten.

Y al ser una mujer de retos, no duda en afirmar que en cinco años se ve con una tienda en línea para distribuir sus productos, pero también sabe que como creador es complicado existir solamente en las redes sociales, pues es necesaria la interacción: “el internet me ha dado posibilidades de llegar a más personas, incluso en otros países, pero al final me gusta esa parte de la interacción con las personas, conocerles y saber qué es lo que les gusta de mi trabajo”.

El mensaje

El haber emprendido no resultó ser un problema para ella porque empezó haciendo lo que le gusta y además su sueño siempre fue tener un trabajo autogestivo en el que no tuviera que depender de alguien más, porque reconoce que su carácter y personalidad no se lo permiten pues tiene conflictos con las figuras de autoridad y seguir reglas: “me gusta más ser libre”.

Anni Ilustra tiene un mensaje para quienes deseen emprender: probablemente no van a saber qué es lo que quieren en el inicio, pero no se rindan, tengan la certeza de que en el camino van a encontrar qué es lo que les gusta, qué es lo que quieren y si son persistentes en sus sueños se van a ir cumpliendo; van a poder lograr sus objetivos, pero tengan presente que no es fácil ni rápido, hace falta paciencia y constancia.

“Al final uno pensaría que siendo tu propio jefe vas a tener más libertad pero la disciplina es importante, huía de un jefe explotador y yo soy mi propia jefa explotadora…”.

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