Con el color del cempasúchil, la comunidad de Doxey, en el estado de Hidalgo, tiñe cada año sus campos de naranja por una tradición floricultora de raíces familiares.
“Tenemos unos más o menos sobre unos 30, 40 años, ya trabajando las flores, nada más que antes era el cempasúchil, el que es originario para el día de muertos verdad, pero ahora ya metieron otro tipo de colores y da más realce a nuestro plantío de flores. Han de ser unas 50-70 familias que se dedican a esto de la flor”, narró Fernando González, floricultor de Doxey.
En esta localidad las familias se dedican a este oficio desde hace varias generaciones. Aquí los preparativos para la celebración de todos santos inician desde junio, para tener a tiempo las flores con que honrar a los difuntos.
“Si es un poquito complicado en el trabajo porque no hay mitayeras para este tipo de flores hay que desengravar manualmente, a las plantas, hay variable, esta el cempasúchil, lo que es gazanias, son tres meses, el que si sería un poquito, un mes más, son las manitas”, señaló el productor.
Los trabajos inician desde cuatro a cinco meses antes, lo secunda Felipe Gonzaga, otro productor de la zona. “Diario diario diario, un promedio de dos personas diarias, más o menos”. La labor apenas inicia con la siembra y prosigue con los cuidados, sobre todo de las plagas.
“Ya ahora ya es muy difícil de combatir ahora, ya la plaga se hizo inmune a los líquidos y hay que tratar pues de que, de meterle otros líquidos más fuertes”.
Con una superficie de más de 111 hectáreas de producción de cempasúchil, Hidalgo se ubica entre las cuatro entidades del país con la mayor producción de esta flor, de acuerdo con información de la Secre retaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
De acuerdo con la dependencia, la producción nacional de esta flor se concentra principalmente en Ciudad de México, Puebla, Tlaxcala, Hidalgo, San Luis Potosí, Guerrero y Oaxaca, principalmente.
En Doxey la venta es por manojeo, a precio de huerta. “De toneladas no le podría decir, porque se manojea. Varea, por ejemplo la que se le llama manita ahora será un alrededor de 40 flores, no gravoso, a lo mejor entre unos 50, 70 pesos; el cempasúchil, ese se podría decirle unas 30 matas, porque ese es un ramillete, es igual”.
“El costo aquí es muy accesible. Sí es accesible porque es a pie de huerta, es un promedio de 70 pesos, 80 pesos el manojo”, señaló Felipe Gonzaga.
La fama de Doxey atrae a compradores y visitantes de otros estados por lo que incluso desde hace un par de años los productores adornan sus parcelas con catrinas, en busca de sostener el oficio, pues, afirman, no es negocio, pero desean mantener la que es su tradición.
“Vienen de muchos estados como es Veracruz, como es Estado de México y aquí alrededor como es estado de Hidalgo, aquí mismo viene a hacer la gente sus compras, vienen de muchos estados. Hay mayoreo y menudeo, ya como mayoristas lo lleva a otros lados, por lo general se queda aquí lo que es México”, confirmó Fernando González.