Eduardo perdió una pierna tras un asalto: “se vino una gangrena y la vida cambió para mí”

Historia

Para él fue muy doloroso perder su pierna; por eso está en la consulta sobre derechos políticos a personas con discapacidad en el Congreso de Hidalgo.

Eduardo participa en la consulta sobre derechos políticos a personas con discapacidad. (Alejandro Reyes)
Alejandro Reyes
Pachuca /

Eduardo Vázquez tiene 78 años de edad y utiliza dos muletas para caminar. En 2006 fue asaltado por dos hombres en la Ciudad de México y recibió cuatro impactos de bala en la pierna izquierda. A los tres días se la amputaron.

Fue un mes de marzo, ese año Eduardo sembraba un bosque y dice que fue muy doloroso para él perder su pierna. Por eso está acá, en la consulta sobre derechos políticos a personas con discapacidad en el Congreso de Hidalgo

-¿Cómo fue?-, se le pregunta.

-Fui a una institución bancaria, recogí un crédito que me debían.

-¿De cuánto?

-Eran aproximadamente 50 mil pesos.

-¿Y qué sucedió?

-Fui seguido por unos maleantes, me toparon, me dijeron: traes dinero, dánoslo y no pongas resistencia, quise defenderme, sentí los impactos de bala y quedé tirado en la calle, fue al medio día.

Eduardo se desangró, la ambulancia tardó mucho tiempo en llegar y darle auxilio, lo trasladaron a un hospital en donde no había los medicamentos para atenderlo. La pierna se le gangrenó en 48 horas. Había solo una manera de resolverlo: la amputación.

“Se infectó la herida, dañaron mi fémur, se vino una gangrena y perdí mi pierna y de ahí la vida cambió para mí porque yo era una persona activa, hacía labores del campo”, cuenta el hombre originario de Atotonilco el Grande.

Dice que su familia se trastornó, que perdió muchos de sus bienes, que si no hubiera perdido la pierna habría recuperado el dinero que le robaron con trabajo, sin embargo, asegura que salió adelante con su labor en el campo.

“Fui al Centro de Rehabilitación Integral Teletón para ver si me apoyaban con una prótesis, me sacaron dinero, la prótesis no sirvió, fue de muy baja calidad y no he podido tener una pero sigo trabajando”, cuenta.

Eduardo dice que su esposa tuvo que vender los animales de la casa, recibió apoyo de algunos familiares y rehízo su vida. Cuenta que su mujer lo sostiene en un cincuenta por ciento.

“Y la vida sigue”, dice el hombre de voz gruesa y bigote abultado. Fue invitado por un diputado a la consulta sobre derechos políticos a personas con discapacidad en la ciudad de Pachuca.

A través de ella se busca garantizar el ejercicio pleno de los derechos políticos de las personas con discapacidad y reformar el Código Electoral, la Ley Orgánica de la Administración Pública y la Ley de Participación Ciudadana.

-¿Qué espera de la consulta?

-Espero que se entienda humanitariamente a la gente que hay que ayudar, que haya iniciativas de ley, se les dé privilegio moral a las personas con discapacidad que a pesar de ello son útiles y tienen una vida digna.

-¿Qué le pide a los diputados locales?

-Que no sean indolentes, que les den la atención a las personas con discapacidad, son inteligentes, nobles, son quienes más aman la vida.

-¿Y cómo se siente ahora después de lo que le sucedió?

-Tranquilo porque veo una realidad cruda pero hay que aceptarla.

Los dos hombres que asaltaron y dispararon a Eduardo días después atracaron el mismo banco de donde él había retirado el dinero. Ambos quedaron en libertad por falta de pruebas y Eduardo sin la pierna izquierda.

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